7 propuestas fiscales que el PP no quiere
La reforma fiscal ya está en el tejado del Gobierno. El comité de sabios le ha entregado al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro este jueves sus propuestas de cara a la gran reforma fiscal que prepara el Ejecutivo. Es su gran apuesta para este año y también su trampolín de cara a las próximas citas electorales.
Montoro no ha dado demasiadas pistas sobre la nueva fiscalidad, pero propuestas tiene centenares sobre la mesa. Además de las del grupo de expertos, ha podido escuchar desde que es ministro las que le han lanzado desde la oposición. ¿Las tendrá en cuenta? Parece que no tiene muchas ganas.
Un nuevo impuesto sobre la riqueza ha sido una de las grandes propuestas durante estos años del PSOE y de Izquierda Unida. Por ejemplo, los socialistas han reclamado un nuevo tributo sobre las Personas Físicas (IPF), que aúne el IRPF y el de Patrimonio, incluidos los fondos de inversión.
Los socialistas también han reclamado, en sus propuestas de resolución del debate sobre el estado de la nación, la creación de un impuesto sobre actividades financieras que grave los salarios variables y los beneficios "extraordinarios" de las entidades.
Tanto el PSOE como Izquierda Unida han coincidido en solicitar un impuesto sobre las transacciones financieras, a fin de frenar la especulación en los mercados. La federación que dirige Cayo Lara ha planteado que lo recaudado se destine a financiar políticas sociales específicas dirigidas a las personas más vulnerables en España así como para el incremento de los fondos de cooperación internacional contra el hambre, la pobreza y la desigualdad en los países en desarrollo.
Ya en la campaña electoral Izquierda Unida pidió crear un 'superIVA' para los productos de lujo, una reclamación que ha mantenido durante esta legislatura. El PSOE también ha incorporado esta reclamación para los bienes y servicios de lujo y la plasmó en el debate del estado de la nación, a la vez que ha solicitado que baje el tipo para los productos culturales.
Los socialistas e IU han advertido de que la propuesta de los expertos supone aumentar la presión fiscal de las capas populares mediante la subida del IVA en productos básicos.
Tampoco parece dispuesto Montoro a escuchar a Izquierda Unida en Sevilla. Allí han propuesto implantar un impuesto a las grandes superficies en Andalucía y que los recursos recaudados mediante esta medida se destinen a potenciar el pequeño y mediano comercio en la comunidad autónoma.
En IU están trabajando para presentar su propio plan de impuestos, que incluirá que las grandes compañías que tengan una base imponible superior a 1 millón de euros paguen un 35% en el Impuesto de Sociedades, que es el que grava los beneficios empresariales.
Equo solicita la creación de una tasa de CO2 -existente ya en muchos países europeos- para luchar contra el cambio climático, la dependencia energética exterior y el déficit de nuestra balanza de comercio exterior.
En su propuesta fiscal, han planteado la introducción de nuevos impuestos en estas áreas: combustible para el transporte aéreo, producción de energía nuclear, depósito y almacenamiento de residuos nucleares, incineración de residuos, plaguicidas y alimentos y productos que contengan sustancias nocivas para la salud (grasas saturadas y azúcares).