Yanukovich pide al Ejército que no obedezca al Gobierno de Ucrania y augura una guerra civil
El depuesto presidente ucraniano Viktor Yanukovich ha insistido este martes en que sigue siendo el "presidente en jefe y el comandante en jefe" de las Fuerzas Armadas del país y se ha mostrado convencido en que los soldados y los oficiales no acatarán las normas del nuevo Gobierno "ilegítimo", al que ha acusado de buscar "una guerra civil".
En su segunda aparición ante la prensa en menos de una semana, también desde la ciudad rusa de Rostov del Don (sur), Yanukovich ha subrayado que pese a los rumores que han circulado en los últimos días "estoy vivo" si bien ha reconocido que está "muy preocupado por lo que está ocurriendo en Ucrania".
Como ya hiciera el viernes, ha defendido que sigue siendo el "presidente legítimo" de Ucrania y también el "comandante en jefe" de las Fuerzas Armadas y ha arremetido contra el "Gobierno ilegítimo" en Kiev, al que ha tachado de "banda de fascistas y extremistas".
Según Yanukovich, en el país hay una "creciente inseguridad" y "las ciudades son patrulladas por hombres enmascarados". Además, las nuevas autoridades "están despidiendo a los oficiales que no quieren que se cometan actos ilegales contra los ciudadanos" en el sureste del país.
"Quieren que estalle una guerra civil" e incluso están buscando la implicación de "milicianos nacionalistas y armarlos", ha denunciado el depuesto presidente, que ha preguntado a quienes "patrocinan a estas fuerzas oscuras si están ciegos". "¿Habéis olvidado lo que es el fascismo?", ha añadido, en un mensaje dirigido a Occidente.
CRIMEA
Sin embargo, según él, tanto los soldados como los oficiales ucranianos "saben de qué va la cosa y no seguirán estas órdenes". Asimismo, ha advertido de que las regiones ucranianas, como Crimea, no se someterán a Kiev "ni a punta de pistola" y ha incidido en que la posible secesión de la península y su anexión a Rusia será resultado de las "acciones" de las nuevas autoridades.
En otro orden de cosas, Yanukovich ha vuelto a insistir en que no huyó del país y que no ha sido destituido conforme a lo estipulado por la Constitución ucraniana y ha denunciado que ha sido víctima de "varios intentos terroristas contra mí que han fracasado". Por ello, ha prometido que "cuando la situación mejore regresaré inmediatamente" a Ucrania.
También ha dejado claro que "las elecciones del 25 de mayo serán totalmente ilegítimas e ilegales" porque estarán dirigidas por un "junta que tomó el poder" en Kiev y controladas por "extremistas".
Asimismo, tras criticar la decisión de Estados Unidos de ofrecer un préstamo de 1.000 millones de dólares al nuevo Gobierno ucraniano, ha adelantado que pedirá a la "Cámara de Representantes, el Senado y el Tribunal Supremo de Estados Unidos que evalúen las acciones de este Gobierno ucraniano". Según él, no existen "motivos legales para dar asistencia económica a estas bandas".