Los consumidores denuncian que el cambio en la tarifa eléctrica es un "golpe a las economías domésticas"
La reforma, a priori, no tiene por qué incrementar automáticamente el recibo de la luz, pero es un pésimo mensaje. Eso es lo que creen las asociaciones de consumidores y sindicatos como CCOO sobre la decisión del Gobierno de hacer que el coste fijo de la electricidad pese más que el consumo.
El Ministerio de Industria, cuyo titular es José Manuel Soria, anunció este martes que subirá el peso de la parte fija del recibo del 35% al 60% y reducirá la variable del 65% al 40%. El cambio afecta a la Tarifa de Último Recurso (TUR), que ahora se llama oficialmente Precio Voluntario para el pequeño Consumidor. Según Industria, este paso supondrá una reducción en la factura eléctrica de los grupos de mayor consumo: primeras residencias y familias con hijos.
Reducir el peso del consumo y ampliar el piso "tiene su punto de razón" por cuanto "trata de ir a por los que tienen más de una vivienda", ya que tendrán que pagar más, consuman o no consuman, explica Ileana Izverniceanu, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Sin embargo, es un "golpe a las economías domésticas" y un "parche más" que penaliza el ahorro de energía o el autoconsumo. Si el peso de los costes fijos aumenta, la capacidad del usuario para ahorrar en la parte que corresponde al consumo efectivo se reducen. Según la OCU, eso es "un jarro de agua fría a la eficiencia, a los que apuesten por el autoconsumo o quieran ahorrar".
En el mismo sentido se ha pronunciado FACUA. En declaraciones a Europa Press, Rubén Sánchez, portavoz de Facua, ha criticado que este incremento "descomunal", aprobado un sábado "sin anuncio ni nota de prensa", es una "tomadura de pelo". Según los cálculos de la asociación, el perfil de usuario medio paga un 75% más que hace diez años.
"REGULACIÓN PARA LAS ELÉCTRICAS"
La "regulación está hecha para las eléctricas, como toda la legislación. Sólo se acuerda de nosotros a la hora de votar y pagar impuestos", denuncia Izverniceanu.
Según OCU y FACUA, lo que en realidad se necesita es un cambio de modelo y que el Gobierno no se preocupe tanto por asegurar unos ingresos regulares de las grandes eléctricas sino de abaratar la factura.
En un comunicado, CCOO ha advertido de que el cambio "pone de manifiesto la voluntad de garantizar los grandes beneficios de las cinco empresas que se reparten el mercado eléctrico en nuestro país, ante la imparable caída del consumo como consecuencia de una crisis que no acaba".
Según la fuerza sindical, los beneficios de las eléctricas "van a ser aportados por el conjunto de la población, pero van a tener una especial incidencia en las familias más afectadas por la crisis", ya que hogares sin hijos se verán penalizados por la nueva ponderación.