Eurovegas no estará en Madrid
Después de meses de negociaciones, concesiones y polémica, Eurovegas no estará en Madrid. Las Vegas Sands, el grupo estadounidense presidido por Sheldon Adelson que impulsaba el proyecto, ha renunciado a instalar en localidad madrileña de Alcorcón su megacomplejo de ocio.
La decisión se produce después de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya rechazado definitivamente este viernes las exigencias planteadas por Las Vegas Sands. "No vemos un camino que pueda conducir a obtener los criterios necesarios para sacar adelante este desarrollo de gran escala. Como resultado, ya no perseguiremos esta oportunidad", ha explicado en un comunicado el presidente de Las Vegas Sands, Sheldon G. Adelson.
El Gobierno ha atribuido el ‘no’ a una cuestión de “interés general” derivado del hecho de que Las Vegas Sand impuso unas condiciones —entre ellas el blindaje jurídico de la inversión— “que no tenían encaje jurídico” en la legislación española y europea.
“El Gobierno tiene la responsabilidad de atraer inversión pero también de preservar los intereses generales”, ha señalado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en el rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
"DEBERÍAN SER ELOGIADOS"
En el texto la Adelson recuerda que dejará de invertir 30.000 millones de dólares el Alcorcón —localidad madrileña donde se iba a construir el macrocomplejo— y agradece los esfuerzos desplegados por "el Gobierno de España, en concreto la Comunidad de Madrid", por lo que, reclama, "deberían ser elogiados".
El presidente de Las Vengas Sands recuerda que se debe a sus accionistas y concreta que las prioridades de la empresa pasan ahora por impulsar sus proyectos "por países asiáticos, como Japón y Corea".
El Gobierno le ha trasladado su negativa a aceptar condiciones que "no eran asumibles", ha señalado a la agencia Efe fuentes conocedoras de la negociación. Entre otras, un blindaje a la inversión realizada y una indemnización en caso de que en el futuro cambiaran las normativas que afectan al proyecto.
Ante esta situación, los interlocutores del Gobierno manifestaron su rechazo ante unas condiciones que para los representantes de Sheldon Adelson eran innegociables. Según las fuentes consultadas, las condiciones exigidas por la empresa norteamericana han sido de última hora y sin precedentes en ninguno de los países en los que ya están asentados.
"UN DESASTRE"
La Plataforma de asociaciones por el turismo, el ocio, la hostelería y la cultura de la Comunidad de Madrid creen que la decisión de Eurovegas es "catastrófica" en términos turísticos. El responsable de comunicación de la Plataforma, Vicente Pizcueta, ha sido tajante: "Pegarnos tiros al pie no nos viene bien al turismo". El asesor jurídico de la Plataforma, Herbé Bernal, ha apostillado que, económicamente, las consecuencias vana ser un "desastre".
La Comunidad de Madrid ha intentado hacer de la necesidad virtud y 'vender' que, en definitiva, el proyecto no ha salido adelante porque Mariano Rajoy se ha plantado. El consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo madrileño, Salvador Victoria, considera "entendible" la decisión del Gobierno de rechazar el proyecto Eurovegas si la compañía estadounidense planteó cuestiones y garantías "inaceptables" para el ordenamiento jurídico español.
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha señalado por su parte que las inversiones son buenas en sí mismas, pero dependen de que las condiciones sean "asumibles". Asimismo ha afirmado que si hay más peticiones y el inversor entiende que no puede continuar con el proyecto sin ellas es "una decisión autónoma del inversor que está en toda su legitimidad". En cualquier caso, ha subrayado que la economía española sigue con su dinámica y "con una percepción que ha cambiado sensiblemente" respecto al pasado.
EL PROYECTO
El grupo Las Vegas Sands pretendía atraer a unos 11 millones de turistas en 15 años que gastarían unos 15.500 millones de euros; y respecto al empleo se habla de la creación de unos 250.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
El proyecto tendría doce complejos vacacionales, con 3.000 habitaciones hoteleras cada una, y sus clientes principales serán los provenientes de los países de Europa -tanto occidental como oriental- y de los países de la extinta Unión Soviética.
A continuación un vídeo que ya es historia:
Y un tuit que también lo es (por doble motivo)