España se acerca a la dictadura de Guinea Ecuatorial con una visita oficial y un partido de La Roja
España se acerca a Guinea Ecuatorial, excolonia española del África subsahariana bajo el mandato del dictador Teodoro Obiang. No se trata de una visita oficial de Mariano Rajoy, sino del viaje del secretario de Estado de Cooperación Internacional Jesús García a Malabo en lo que supone el primer intento del PP por estrechar relaciones con Obiang.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación se ha explicado que el viaje, que durará dos días en los que García se reunirá con representantes del Gobierno y de la formación opositora Convergencia para la Democracia Social (CPDS), se debe a los "fuertes lazos históricos, culturales y lingüísticos" con Guinea Ecuatorial y la "especial vinculación" que mantiene con España un Estado africano que "sigue siendo un País de Asociación en el marco de la cooperación española".
"El secretario de Estado español también tiene previsto abordar con sus interlocutores la importancia de las relaciones culturales y el creciente interés de las empresas españolas para invertir en Guinea Ecuatorial", señalan.
Además, la visita de Gracia se produce en plena polémica por el partido que enfrentará el próximo 16 de noviembre en Malabo a las selecciones de fútbol de España y Guinea Ecuatorial, una decisión que ha criticada por partidos de la oposición como UPyD e IU.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
"El Ejecutivo, sin ningún género de dudas, no debería darle cobertura política y oficial alguna a dicho partido, ni siquiera de mínima cortesía, puesto que se va a celebrar en un país gobernado por un dictador", ha criticado la portavoz de Exteriores de UPyD, Irene Lozano. "El Gobierno nunca ejerce la menor presión hacia Guinea Ecuatorial. Debe ser que ahí debe haber muchos intereses porque nunca se toca nada", ha apuntado.
El portavoz de la Izquierda Plural en la Comisión de Justicia del Congreso y diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha pedido al Gobierno que tome medidas para evitar que el dictador guineano Teodoro Obiang venda como un aval a su régimen el partido amistoso del próximo sábado.
El líder de IU ha criticado la "falta de sensibilidad" que, a su juicio, ha demostrado la Federación Española de Fútbol al organizar ese enfrentamiento que "no es un compromiso de carácter deportivo, sino claramente político".
El régimen de Teodoro Obiang también se ha pronunciado sobre el encuentro deportivo. "El partido refleja las excelentes relaciones culturales y de amistad entre los dos países", han asegurado mientras la oposición lamentaba que el equipo español se haya prestado al "sucio juego propagandístico" del Gobierno.
El distanciamiento del régimen de Malabo respecto a Francia -después de que la justicia gala incautase la flota de coches de lujo del hijo de Obiang y vicepresidente, Teodorín Nguema Obiang, acusado de saqueo de fondos públicos- brinda una oportunidad a España de entrar en el negocio petrolero, señala el diario El País.