Nino Torre (Juventudes Socialistas): "España está abocada a ser una república"
Desde pequeño, Nino Torre ha sentido pasión por la política. A los 14 años, este chico asturiano de una familia muy de izquierdas, como le gusta decir, se afilió a Juventudes Socialistas y a los 18 al PSOE. Hoy, con 29 años, lidera a los 15.000 cachorros socialistas y será su principal voz en la Conferencia Política de este fin de semana. En esta entrevista con El Huffington Post detalla sus principales propuestas, muestra su convicción del futuro republicano de España, pide una renovación generacional y también hace autocrítica, entre otros aspectos.
¿Cómo afronta Juventudes Socialistas la Conferencia Política?
La afrontamos con mucha ilusión y como un reto. Llevamos meses trabajando en la Conferencia Política y llevamos más de 600 enmiendas. Hay aspectos que en los que no estamos del todo en las posiciones del partido y esperamos que los planteamientos de Juventudes sean recogidos.
¿Cuáles son sus principales propuestas para la Conferencia?
Una de ellas es avanzar en la laicidad del Estado, que este país sea, de una vez, un país laico. Exigimos que el partido defienda la derogación de los acuerdos con la Santa Sede. Creemos que en un momento de crisis como la actual nadie entiende que la Iglesia Católica reciba más de 600 millones de euros en un año. Con todo ese dinero no hubiera hecho falta recortar ni un solo euro Educación.
Llevamos también la apuesta por la igualdad salarial, que nadie pueda cobrar en un mes lo que cobra un trabajador en un año.
Y llevamos ineludiblemente la reforma constitucional. En eso coincidimos con el partido, pero nosotros defendemos, como es público, que la Jefatura de Estado puede ser elegida entre todos los hombres y mujeres de este país.
¿Cree que el partido va a avanzar en este movimiento republicano que propugnan? ¿Van a ceder sus mayores?
Propuestas hay, no solo de Juventudes, creo que hay 15 enmiendas alrededor de esta materia. Pero creo, en definitiva, que es un partido con vocación de Gobierno y es el que más se parece a este país. Por lo tanto, es un partido intergeneracional, y hay militantes jóvenes que estamos convencidos de que España tiene que caminar hacia un modelo de Estado republicano y hay militantes de otras edades que siguen teniendo ese sentimiento de apego con la monarquía.
¿Será el sistema republicano con los años un objetivo del PSOE?
Cuando nuestra generación tenga que llevar las riendas del partido, estoy seguro. España está abocada a ser una república.
¿Cómo quiere reconectar el PSOE con los jóvenes? ¿Cómo va a solucionar su problema de conexión con los jóvenes?
Para reconectar con los jóvenes hay que hacer dos cosas. La primera, para la ciudadanía en general, es armar un proyecto político que conecte con la mayoría progresista del país.
Después hay un segundo aspecto que es la desafección política, que es la regeneración democrática que están pidiendo a voces los jóvenes de este país. Tenemos que hablar de eso y cambiar nuestro proyecto político.
El movimiento 15-M y el PSOE han mantenido una relación compleja. Incluso, algunos dirigentes socialistas, como Beatriz Talegón, no fueron bien recibidos en manifestaciones. ¿Cómo ve este movimiento y qué hay que aprender?
De ese movimiento, hay que sacar una primera conclusión: han conseguido destapar una gran mentira en este país, aquella de que los jóvenes pasábamos de todo, que no nos interesábamos por lo que ocurría a nuestro alrededor. Con el 15-M se ha visto que era una gran mentira. Los jóvenes se preocupan muy mucho por lo que pasa y además son muy solidarios.
Segunda. Del 15-M hemos sacado conclusiones y propuestas muy positivas de las que me atrevería a decir que la gran mayoría estamos de acuerdo, pero la vida y la sociedad se cambian desde la política. La política es la que cambia la vida de la gente y la política se hace en las instituciones democráticas porque son el corazón de la democracia. Y en las instituciones quienes están son los partidos. Por tanto, lo que le pediría a todas esas personas del 15-M es que vayan a la participación política, que se indignen, pero que se indignen también desde la política. Pero que vayan a hacer política, que den ese segundo paso”.
El PSOE tiene un líder (Alfredo Pérez Rubalcaba), de 62 años, con larga experiencia, trayectoria. ¿Pero no es el momento de que haya un cambio generacional en el PSOE? ¿Se necesita un nuevo impulso, dar paso a los nuevos?
En un partido político siempre es necesario un cambio generacional. Hoy, hace dos años, hace diez, y seguramente será necesario dentro de cinco. Desde mi punto de vista, la clave del éxito de un partido pasa por tres factores: juventud, renovación y experiencia.
¿Cuál es el problema del PSOE? Que normalmente flojea una de esas tres patas y por regla general suele ser la de la juventud. Es lo que menos hay.
En relación a Rubalcaba, es el secretario general legítimamente elegido, ganó un congreso democráticamente y, por tanto, plena confianza en cómo está dirigiendo el partido. Ahora bien, no es el candidato a la Presidencia del Gobierno, que elegiremos en unas primarias abiertas. Por tanto, veremos cuáles son los candidatos y, en el momento, que se celebren nos tocará elegir.
¿En qué sentido flojea la pata de la juventud? ¿No hay mucha presencia de jóvenes, no hay banquillo?
Un ejemplo, el PSOE tiene 110 diputados y no hay ninguno menor de 31 años. Ningún militante de Juventudes Socialistas está en el Congreso y en los parlamentos autonómicos solo hay dos diputados menores de 31 años. Y si vamos a la franja entre 30 y 40, me atrevería a decir que no llegan a diez, quince. La realidad es evidente.
¿Está motivada esta situación por los órganos de dirección? ¿A qué se debe?
Yo creo que se debe al propio funcionamiento del partido, compañeros que llevan muchos años en primera línea política, que han tenido responsabilidades y que todavía hoy siguen en esa primera línea. Pero yo creo que el partido tiene que tener claro que hay que regenerarse y que hay gente mayor que tiene que ir dando un paso atrás para que den un paso adelante los jóvenes
Y además en el propio contexto social en el que vivimos, en el que la ciudadanía pide a gritos cambios de regeneración, el partido también se tiene que regenerar. Y la regeneración pasa por que una nueva generación de políticos, toda nuestra generación, no solo la de Juventudes Socialistas, sino también hasta los 40, 45 años, gente muy potente, que seamos los que demos un paso adelante y podamos asumir responsabilidades en el partido.
Hace unas semanas, una joven socialista gritó “primarias ya” a Rubalcaba. ¿Hay que hacerlas ya?
Lo que queremos Juventudes es que se fije el calendario cuanto antes. Queremos conocer el calendario, cuáles son las reglas del juego, cuándo va a ser, cuándo va empezar el proceso de presentación de candidaturas, la campaña… Es urgente conocer el calendario.
Una de las principales críticas que se hacen a los políticos es que haya algunos de profesión. ¿Qué les diría a los críticos que afean el hecho de militancias tempranas y de que algunos hayan hecho su vida dentro de las sedes de los partidos?
Uno, que es rotundamente falso y que antes de hablar por hablar se fijaran en la trayectoria de esos políticos. Puedo hablar por mí, pero conozco a muchos. Yo tengo 29 años, soy licenciado en Derecho, cuatro años de ejercicio profesional, soy abogado y sigo en el Colegio de Abogados. Si queremos jóvenes en política, necesariamente tenemos que tener jóvenes en primera línea, y si no queremos jóvenes, no tendremos un partido con la regeneración que se merece.
Es importante que se destaque que Juventudes tiene 15.000 militantes y el 98% no cobra ni un solo euro de la organización.
Hemos visto en el PP que se han destapado durante el verano algunos escándalos por fotografías con símbolos fascistas y de extrema derecha de miembros de Nuevas Generaciones. ¿Qué le parece?
Me parece muy preocupante que en la organización juvenil del primer partido del país hayan aparecido fotografías con símbolos fascistas, falangistas, antidemocráticos. Es indicativo de que las juventudes del PP siguen legitimando y defendiendo conductas antidemocráticas y fascistas. En definitiva, conlleva lo que ya sospechábamos, y la sospecha se convierte en certeza, es que son los nietos y bisnietos de aquellos que han hecho todas las atrocidades durante cuarenta años en nuestro país.
También tuvo Juventudes Socialistas un escándalo cuando una militante madrileña lanzó un tuit en el que escribió “fascistas os merecéis una buena paliza y un tiro en los huevos”. ¿Cómo actúan ante este tipo de casos?
Nosotros hemos actuado con rapidez y determinación. En menos de 24 horas esa compañera tenía abierto un expediente y creo que hay que poner en valor las diferencias. Sabemos que en Gandía, el secretario general de Nuevas Generaciones, que trabaja además para el grupo municipal, no ha sido expulsado cuando salió haciendo el saludo fascista.
Mirando al futuro, ¿se atreve a dar algún nombre de las personas que marcarán el socialismo en las próximas décadas?
Pues hay muchísimos nombres. Antes decía que tengo una convicción, que toda una generación de políticos, la mía, estamos obligados a ocupar las páginas principales del partido en los próximos años. Hay gente como María González Veracruz, César Luena, Patricia Hernández, Leire Iglesias, todos ellos diputados y destacados dirigentes en sus territorios menores de 40 años que tienen que ocupar páginas principales del partido en los próximos años.
Por último, ¿sobre qué aspectos tendría que hacer autocrítica el PSOE?
El primero, los últimos años de Gobierno. Hemos hecho una reforma de la Constitución exprés, pactada con el PP en una mañana que nos ha costado un millón y medio de votos. Es un error tremendo. No hemos sabido pinchar la burbuja inmobiliaria en su momento y, es verdad, que nos hemos ido distanciando de nuestra gente en los últimos años.
En cuanto a crítica del presente, quizá en algunos casos mayor determinación contra el Gobierno de Mariano Rajoy, algunos aspectos como los pactos, que quizá no se explican bien. Yo creo que nuestros problemas vienen de ese alejamiento que hemos tenido en la última legislatura. Lo que tenemos que hacer ahora es corregirlo y conectar con la mayoría progresista.