PSOE-PSC: Una historia de encuentros y desencuentros

PSOE-PSC: Una historia de encuentros y desencuentros

FLICKR /PSOE

¿Hacia dónde va Cataluña? La situación de esta comunidad y su futuro son el gran debate político que se ha instalado en el país.

Y esa discusión se extiende por todos los estratos. El socialismo no es ajeno y se han vuelto a reabrir dilemas y a levantar discrepancias por la forma de encajar Cataluña en el complejo sistema administrativo y social de España. El PSOE y el PSC, el partido hermano en la comunidad, se miran estos días frente a frente en este proceso de redefinición de la relación entre esta autonomía y el resto del Estado. De puertas para afuera repiten que quieren ir de la mano, pero a veces el camino tiene muchas curvas y es difícil mantener su adhesión.

Tarde del martes 29 de octubre en el Congreso. A última hora se plantea una moción de UPyD contra la nueva (y ya famosa) expresión del 'derecho a decidir', que marca el mapa político catalán. Tras horas de dudas y de reflexión, el PSOE decide apoyar el texto presentado por la formación magenta… pero los diputados del PSC rompen la disciplina de voto y se abstienen. Se cristalizaban de esta manera las diferencias que mantienen los dos partidos por la manera de encarar el proceso catalán y el desafío planteado por el Ejecutivo de Artur Mas y sus socios de ERC.

Todo ello a unos días de la celebración de la Conferencia Política del PSOE, que ha convocado para este fin de semana un cónclave para impulsar su acción política y rearmar su ideario de cara a los próximos años. A pesar de ser uno de los grandes retos a los que tienen que buscar solución, no figurará la cuestión catalana en la agenda oficial. La dirección asevera que el modelo territorial ya quedó cerrado en el acuerdo alcanzado por el líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y los barones en la conocida como 'declaración de Granada' durante el pasado mes de julio.

UNA PROFUNDA REFORMA FEDERAL

Los socialistas pusieron las bases de su proyecto territorial en aquel texto, en el que se defendía el Estado de las Autonomías pero apostando por una "profunda revisión y una actualización urgente" frente a tentaciones centralizadoras, por un lado, y los intentos de ruptura, por otro. La solución es, a su juicio, avanzar hacia el "federalismo, con todas sus consecuencias".

El federalismo es un sistema político que rige algunos de los grandes países como Estados Unidos, Alemania y Canadá. No obstante, se ha desarrollado de distintas maneras, unas más clásicas en el que las regiones mantienen el mismo nivel competencial y otras de corte asimétrico, en el que la descentralización afecta a unas zonas más que otras. Los socialistas no han especificado el nivel de federalismo que pretenden aplicar.

El PSOE opta por llevar a cabo esta profundización articulándola a través de una reforma de la Constitución, que incorporaría expresamente el mapa autonómico, delimitaría las competencias de las comunidades e introduciría los hechos diferenciales y las singularidades políticas, institucionales, territoriales y lingüísticas, entre otras modificaciones.

El texto de Granada fue respaldado por el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, tras una larga negociación con la dirección. La visión federal de la futura España es un punto de encuentro entre ambas formaciones. En lo que no consiguen ponerse de acuerdo es en el 'derecho a decidir' y la consecuente consulta sobre el futuro de la comunidad, que sí apoyan en la calle Nicaragua -sede del PSC-.

Desde Ferraz se han posicionado a favor de la reforma de la Carta Magna. El propio Rubalcaba se reunió, acompañado por Navarro, con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para presentarle su reforma y "votar un proyecto", y no para "romper". El PSC es favorable a la celebración de una consulta, en la que se incluya, como ha dicho su portavoz en el Parlament, Maurici Lucena, la propuesta federal que defienden.

TENSIONES PARLAMENTARIAS

La complejidad del futuro catalán afecta al PSOE por dentro, con distintas voces con planteamientos diferentes, y también al propio PSC. En los últimos años, especialmente después del 'recorte' del Estatuto catalán por parte del Tribunal Constitucional, los socialistas catalanes han vivido momentos de tensión entre bloques por el perfil del partido ante el soberanismo, con un grupo 'crítico' -entre los que se encuentran Marina Geli, Montserrat Tura y Joaquim Nadal-, más cercanos a posiciones catalanistas.

Las diferencias en el PSC tuvieron un primer retrato en enero de este año en la votación de la declaración soberanista en el Parlament, cuando el partido se posicionó en contra, por lo que cinco de sus diputados autonómicos no votaron.

Los socialistas catalanes se encuentran en uno de sus momentos más complicados en el Parlament. Han pasado de los resultados históricos que le llevaron a gobernar en tripartito y romper por primera vez con el dominio de CiU a sus peores resultados en 2012 y ver cómo se fugan muchos de sus apoyos hacia ERC principalmente.

La división en el voto socialista se repitió en Madrid en febrero. 13 diputados del PSC se demarcaron por primera vez del PSOE en la Cámara Baja y apoyaron unas propuestas de resolución de CiU y de ICV que reclamaban el respeto al derecho a decidir y pedían diálogo para autorizar la convocatoria de consultas populares. Carme Chacón fue la única parlamentaria del PSC que no votó como sus compañeros de filas y remitió una carta a Navarro pidiéndole que se desvinculara abiertamente de la consulta soberanista.

La exministra de Defensa ha estado durante todo este proceso en el ojo del huracán. Sus posiciones no gustaban del todo en Barcelona y todo el partido estaba atento a ella por sus aspiraciones dentro del PSOE. Aunque perdió ante Rubalcaba en su intento de liderar a los socialistas, no ha descartado ninguna opción de cara al futuro.

¿UN PSOE EN CATALUÑA?

Los movimientos del PSC no son bien vistos en algunos sectores del PSOE. Varios históricos dirigentes no dudan en reclamar cambios e ir incluso un poco más lejos: crear un PSOE propio en Cataluña. Esta ha sido la postura mostrada por el histórico Alfonso Guerra, a quien ha secundado el expresidente de Castilla-La Mancha José Bono.

El PSC se fundó en 1978 como un partido soberano, autónomo respecto al PSOE, pero federado a éste. Este protocolo estableció que participaría en los órganos federales: la Ejecutiva, el Comité Federal y el Congreso. Tiene personalidad jurídica propia, finanzas independientes y mantiene una total autonomía de acción en el marco de la política catalana.

Después del desencuentro de la semana pasada, el propio Navarro dijo que el PSC no tiene intención de romper con el PSOE. Algunas de las principales voces del partido, como los expresidentes autonómicos Manuel Chaves y Patxi López, también han defendido públicamente en los últimos días que un divorcio sería un error. Todos tienen en mente que Cataluña es imprescindible para el PSOE si quiere recuperar el poder. Es su gran caladero de votos, junto a Andalucía.

PSOE y PSC se miran en el espejo y a cada lado. Todavía hay muchas piezas que encajar en este dificilísimo puzle.