Maquillaje zombi: cómo pintarse como un muerto viviente (FOTOS, VÍDEOS)
Se acerca la noche de Halloween y seguro que tienes alguna fiesta de disfraces a la que asistir. ¿Has pensado ya de qué vas a disfrazarte? Desde El Huffington Post te proponemos encarnar al monstruo de moda, el zombi.
Las maquilladoras de Tira del Hilo, una empresa de organización de eventos y performances, nos dan las claves de un disfraz de muerto viviente realista mientras maquillan una horda de zombis en una casa de la calle Hortaleza, en el centro de Madrid.
"Primero hay que poner las prótesis de silicona, luego el maquillaje, después matizamos y ponemos la sangre" explica una de ellas. A pesar de que sus productos son de uso profesional, no es difícil encontrarlos. Estos son los pasos:
1. HERIDAS FICTICIAS
El primer paso de la transformación en zombi comienza creando las heridas. Con precios que oscilan entre los 5 y los 30 euros, se pueden conseguir con silicona líquida o con planchas con las que moldear desgarros, golpes y todo lo que se te pase por la cabeza. Sin embargo, no es sencillo, así que para el que prefiera ahorrarse este paso, existen heridas preparadas por unos 11 euros cada una.
Este tutorial te puede servir para ver cómo hacer una herida con silicona y papel.
Y esta bloguera te explica cómo hacer heridas artificiales sin silicona:
2. MAQUILLAJE
Para conseguir un aspecto mortecino y sucio (los zombis no son especialmente aseados), lo ideal es aplicar una base de maquillaje clara o grisácea y después simular ojeras, manchas, venas... todo lo que se te ocurra. Estos tonos se pueden conseguir en cualquier tienda de disfraces y no suelen costar, por separado, más de 3 o 4 euros (depende de la calidad).
Es importante no centrarse sólo en la cara. Todas las partes del cuerpo que queden visibles deben contar con el mismo tratamiento de maquillaje.
3. EL PELO
No es indispensable ir despeinado, pero ayuda. Los zombis no se duchan y tampoco se peinan. El pelo corto revuelto o una melena cardada y con laca en abundancia puede ayudar a dar un aspecto más macabro.
4. LA SANGRE
La amplia oferta de maquillajes para disfraces es sólo comparable a la de sangre artificial. Desde tubos por dos euros, hasta botellas de medio litro que rondan los 30. La hay más o menos densa, por lo que lo interesante sería utilizar de dos tipos para que quede más realista.
La sangre más compacta puede usarse para las heridas y la líquida para los detalles como pueden ser los labios o los alrededores de las zonas 'más dañadas'. Para dar más realismo, se puede utilizar un cepillo de dientes como difusor sobre las heridas o la ropa.
5. LENTILLAS
Probablemente el rasgo más distintivo de los zombis son sus ojos. Gracias a las lentillas de fantasía, no es complicado imitar esa mirada con la pupila en medio de un iris completamente blanco. Existen multitud de tiendas online especializadas en este tipo de producto y por unos 25 euros pueden enviártelas a casa. También pueden encontrarse en tiendas de disfraces y ópticas.
6. LA ROPA
Para terminar, es imprescindible crear un atuendo apropiado. Lo más sencillo es buscar ropa vieja y desgarrarla, hacerle cortes y mancharla. La ropa deberá estar llena de sangre (nunca es excesiva, especialmente por la parte del cuello de la camisa o el vestido).
Otro truco que hará más real el disfraz es utilizar barro, especialmente en los zapatos. Más allá de esto, cada zombi tiene una historia detrás, así que puedes echarle imaginación y pensar en el momento en el que tu 'zombi' se convirtió para añadir detalles al disfraz (si estaba durmiendo, trabajando, en la playa...).
Y si quieres comprobar si te ha quedado logrado, puedes salir a buscar a algunos vecinos...