Las claves del juego de coaliciones alemán: ¿con quién se aliarían los partidos tras las elecciones?
A las 08.00 de la mañana de este domingo han abierto las urnas de las elecciones alemanas en las que la canciller Angela Merkel parte con la certeza de que será reelegida para un tercer mandato pero con la incertidumbre de qué partido acompañará a su Unión Cristiano Demócrata (CDU) en los próximos cuatro años al frente de la principal economía de la UE.
Los últimos sondeos publicados esta semana dan a la CDU y su formación hermana bávara, la Unión Cristiano Social (CSU), en torno al 40% de los votos, mientras que su actual socio de coalición, el Partido Liberal Demócrata (FDP), se quedaría en torno al 5%, el respaldo mínimo en Alemania para conseguir acceder al Bundestag.
Por su parte, el Partido Social Demócrata (SPD) se haría con entre el 26 y el 27% y su aliado tradicional, los Verdes, obtendría entre un 9 y un 10%, un porcentaje similar a La Izquierda, formación nacida antes de las anteriores elecciones. Además, el nuevo partido euroescéptico Alternativa para Alemania (AfD) también superaría el umbral del 5% y conseguiría representación parlamentaria.
Estos resultados arrojarían un empate técnico entre el centro-derecha y el centro-izquierda, si bien el candidato del SPD, Peer Steinbrueck, ha dejado claro que no gobernará en una coalición en la que también esté La Izquierda. Estas son las principales opciones de alianza tras las elecciones:
CDU-LIBERALES
En los últimos cuatro años, Merkel y su Unión Cristiano Demócrata gobierna en coalición con el que es su "socio natural", los liberales del FDP. La canciller aspira a reeditar esa coalición, pero no es tan sencillo porque si los liberales no consiguen un 5% de los votos no entrarán en el parlamento.
En cualquier caso, aunque Merkel consiga obtener de nuevo esa alianza, parece claro que gozaría de un respaldo menor al que obtuvo en los comicios de 2009. La canciller tendría una exigua mayoría en el Bundestag, mientras que la Cámara Alta, el Bundesrat, estaría controlada por la izquierda, lo que la obligaría a tener que pactar con la oposición seguramente en ambas cámaras.
Los expertos temen también que, en esta coalición reeditada, los euroescépticos en las filas tanto de la CDU como del FDP cobren protagonismo, impulsados también por la más que probable presencia del AfD en el Bundestag, lo que podría afectar a la posición alemana ante la crisis en la zona euro.
LA GRAN COALICIÓN: CDU-SPD
Si la canciller quiere gozar de un colchón más cómodo en el que ampararse, tendría que reeditar la denominada "gran coalición" con el SPD que gobernó el país entre 2005-2009 y que funcionó entonces bastante bien. No obstante, los expertos advierten de que la situación no será ahora igual de cómoda, ya que no todos los pesos pesados dentro del SPD son partidarios de esta '"gran coalición".
Merkel mantiene una tensa relación con el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, quien sin embargo parece ser el único dirigente del partido dispuesto a servir bajo las directrices de la canciller. Steinbrueck ha dado a entender que no ocupará un puesto en el ejecutivo, mientras que el exministro Frank-Walter Steinmeier, que lideraba el SPD en la anterior coalición, parece más interesado en seguir siendo el líder de su partido en el Bundestag.
Además, tal como ha reconocido un asesor de la canciller a Reuters, existe el riesgo más que probable de que el SPD opte por abandonar la 'gran coalición' antes de que concluyan los cuatro años de mandato y trate de forzar elecciones anticipadas si cree que tiene opciones de obtener la mayoría.
SPD-VERDES
Más complicada sería la coalición entre los socialdemócratas y Los Verdes. Ambas formaciones ya formaron tándem en la época de Schröder y Fischer y Steinbrück, actual líder del SPD, ha mostrado su disposición a pactar con ellos. Con todo, es difícil que puedan conseguir esa alianza, porque según las encuestas el SPD contaría con un 27% de los votos y Los Verdes se quedarían en el 9%.
OTRAS (Y DIFÍCILES) OPCIONES
Al margen de las anteriores, hay otras posibilidades de alianza, pero muy complicadas debido a que el resto de partidos no contarían con mucho respaldo en las urnas.
Por ejemplo, La Izquierda, una formación formada por desencantados del SPD y postcomunistas, podría conseguir un 10% de los votos, pero no tendría fácil aliarse con nadie. Enemigos del SPD, es impensable que se acerquen a la CDU de Merkel.
Los 'euroescépticos' de AfD, que se acercan el 5% de los votos según las encuestas, tampoco lo tienen sencillo. La CDU ha dejado claro que no tiene intención de pactar con ellos.