¿Un año sin Aguirre?: De su salida de la Comunidad, a una posible candidatura a la Alcaldía
Los periodistas fueron avisados por sorpresa. Esperanza Aguirre tenía algo que decir. Máxima expectación (y confusión). Y el bombazo era... su retirada de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Entre lágrimas y las caras desencajadas de sus más íntimos colaboradores, la presidenta decía adiós a la Puerta del Sol hace un año.
"Les he convocado para anunciarles mi decisión de dimitir de mis cargos de diputada de la Asamblea y presidenta de la Comunidad. He llegado a la conclusión de que es el momento adecuado para retirarme”. Así anunciaba su marcha inesperadamente Aguirre, uno de los 'grandes animales políticos' del país. Muchos populares entristecieron de manera inmediata, pero otros muchos se preguntaron si estaba planeando algo.
Quería estar con los suyos, descansar, no tener que estar en la primera línea de batalla... Parecía que atrás quedaban sus intervenciones que removían el panorama político, muchas veces más dentro de su propio partido que fuera. Pero se guardaba un despacho del que no ha querido salir: el que tiene en la calle Génova por ser la presidenta del PP madrileño. Los populares de la comunidad viven desde ese momento en una bicefalia, con ella al mando del partido y con Ignacio González desde la atalaya institucional.
Llegaron los titulares entonces sobre su futuro. Ella pidió reincorporarse a su puesto técnico en la Secretaría de Estado de Turismo, dependiente del Ministerio de Industria. Aquello no duró mucho y, posteriormente, se anunció a bombo y platillo su fichaje por la firma de 'cazatalentos' Seeliger y Conde. El mundo de la empresa (en el que tantos admiradores tiene) la llamaba. Pero ella todavía tenía mucho que decir en lo público y no ha desaprovechado ninguna ocasión.
HAY UNA COSA QUE TE QUIERO DECIR
Nunca ha sido de callarse. Tampoco lo ha hecho con un Gobierno del PP en La Moncloa. Aguirre ha mandado durante este año, en el que se suponía que ya no estaba en primera línea, constantemente mensajes al Ejecutivo y al propio Mariano Rajoy, a quien disputó en la sombra el liderazgo del partido tras su segunda derrota electoral. El fantasma de Aguirre ronda constantemente el Palacio de La Moncloa.
Aguirre siempre ha presumido de liberal y todo lo que tenga que ver con impuestos le escuece. La política fiscal del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha sido objeto de crítica pública por parte de la expresidenta autonómica. "Oiga, en ningún sitio de los estatutos del PP dice que hay que alabar a los ministros hagan lo que hagan", dijo en una entrevista sobre su choque con el guardián de las finanzas estatales.
Aguirre y Montoro se enfrentaron en una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, en el que la exministra de Educación pidió a Rajoy que aprovechase que la Unión Europea había consentido suavizar el objetivo de déficit de España para 2013 para rebajar el IRPF.
En otro acto, la líder del PP madrileño pidió "reducir, privatizar o suprimir" del sector público todos los servicios que no deba prestar "necesariamente" la administración.
Aguirre, una de las grandes defensoras de la reducción del desequilibrio de las cuentas, también ha mostrado durante este año su rechazo al déficit 'a la carta' aprobado por el Gobierno y que, según los populares madrileños, beneficia precisamente a las comunidades "incumplidoras".
En estos doce meses le ha dado tiempo a tocar muchos más temas. Sorprendió a todos cuando afirmó que "hay que dejar quebrar a los bancos y que los ciudadanos elijan la moneda en que quieren cobrar su salario o sus rentas". Para quien lo quisiese entender.
ELLA SÍ HABLA DEL 'CASO BÁRCENAS'
Antes de que Rajoy se atreviera a pronunciar el nombre de su extesorero, Esperanza Aguirre habló claro en julio del caso Bárcenas: "España y los españoles necesitan que nuestro partido esté limpio, que lo diga y que lo demuestre, y si ha habido personas que han caído en la corrupción, lo que tenemos es que descubrirlos y denunciarlos con más fuerza que pueda hacerlo la Justicia".
Aguirre, a cuya organización madrileña también salpicó el caso Gürtel, intentó marcar desde el primer minuto distancias y cortar todo vínculo con esta trama corrupta. Desde entonces ha defendido la dureza ante este episodio, lo que también le ha costado alguna crítica interna.
Y, a puerta cerrada, en una reunión del PP madrileño no dudó en disparar dardos contra Ana Mato, María Dolores de Cospedal y la propia Ana Botella. No hay dos sin tres.
El diputado Rafael Hernando llegó a mostrar su malestar en público y afirmó que no sabía a qué se refería y que "a lo mejor es algo que tiene que ver con el Partido Popular de Madrid". El PP ardía públicamente en ese momento por la gestión de todo lo relacionado con el extesorero.
Pero la expresidenta no se muerde la lengua y ha llegado a decir que no se siente sola en su partido. "Todos los militantes están conmigo". Aviso para navegantes.
¿Y AHORA QUÉ?
"No estoy en primera línea política". Este es el mensaje que lanzó justo después del fracaso de Madrid 2020 en el primer acto público de Ana Botella en la capital. El futuro de la alcaldesa se ha ensombrecido al no conseguir los Juegos Olímpicos y el PP no tiene todas consigo en las próximas elecciones municipales de 2015.
El nombre de Aguirre es recurrente en los círculos políticos y periodísticos cuando se habla de las próximos comicios. La expresidenta, que siempre ha desarrollado su vena castiza y es una de las vecinas más famosas del céntrico barrio de Malasaña, creció políticamente en el ayuntamiento de la capital.
Por ahora, tiene "pensado", según ha declarado, no presentarse para volver a dirigir el PP madrileño. En una entrevista a ABC este domingo señaló que no se plantea "en absoluto" dar el paso, pero que no tiene "ni idea" de lo que va a hacer en el futuro. Por "ahora" no entra en sus planes. Seguro que Ana Botella releyó esa parte del periódico.