Así es James Costos, nuevo embajador de EEUU: gay, experto en marketing y entusiasta de la "diplomacia pública"
Ante el Senado que le confirmó como embajador, James Costos reconoció que su "foco de atención en este momento estará absolutamente en la economía" española. El enviado de Barack Obama, que llegó este viernes a Madrid, se sabe de memoria las cifras del paro en España. Las recita sin necesidad de mirar al papel. La tasa general, cercana al 30%. El juvenil, por encima del 50%. Y así hace con las medidas del Gobierno y otros datos clave del país que visitó por primera vez hace siete años.
Pero Costos no es un embajador al uso. No viene a España para dedicarse exclusivamente a lo que todos: el comercio, las bases militares de Rota y Morón y la seguridad y bienestar de los 170.000 residentes estadounidenses.
En cada discurso, Costos ha anunciado que uno de sus ejes será la "diplomacia pública".
Hasta ahora era vicepresidente la cadena de televisión HBO a cargo de marketing internacional y comunicación. Los jóvenes a los que él quiere hablar devoran Juego de Tronos y admiran otras series como The Wire, Los Soprano, A dos metros bajo tierra, Sexo en Nueva York o True Blood, el culebrón de vampiros sobre cuyo libro de cocina habla con total tranquilidad en artículos como éste.
Costos es gay y quiere que se sepa. Desde hace 14 años vive con su pareja, Michael S. Smith, sin quien "no podría imaginar" su vida. "Todas las experiencias de mi vida son mejores gracias a él", reconoció al jurar su nuevo cargo en Washington. Smith, su puerta de entrada al Despacho Oval, fue el elegido por Obama para redecorar la Casa Blanca, y de su mano viajó y conoció España por primera vez, hace siete años. Como ya es tradición, Costos llega a Madrid tras haber contribuido a la reelección de Obama como uno de sus mayores recaudadores de fondos.
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Costos es, además, la personificación de uno de las apuestas de Obama por la igualdad. Además de apoyar el matrimonio homosexual, Obama designó a otros cuatro homosexuales como embajadores, incluyendo a los representantes en Australia o Dinamarca.
"Representar en España y Andorra los valores del país que amo sería el mayor privilegio de mi vida", dijo al jurar el cargo. "Haré mi aportación a 200 años de historia diplomática", prometió.
Esos 200 años están salpicados de momentos espinosos, desde la guerra por Cuba, Filipinas y Puerto Rico hasta la oposición a la guerra de Irak del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La cooperación militar es uno de los capítulos fundamentales, ya que en el marco del escudo antimisiles de la OTAN se instalarán cuatro destructores en Rota.
¿PISARÁ RAJOY LA CASA BLANCA?
Sin embargo, el reto más inmediato del nuevo embajador es la visita que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debería haber hecho ya a EEUU. Es una de las asignaturas pendientes del embajador saliente, Alan Solomont, y se lleva posponiendo meses.
España no es una preocupación para EEUU, ya que las relaciones diplomáticas son más que fluidas. Prueba de ello es, para muchos, que Obama haya nombrado embajador a Costos y no a un bregado diplomático de carrera. Sin embargo, Rajoy quiere visitar la Casa Blanca y tener una reunión formal que vaya más allá de conversaciones casi furtivas a las puertas de salas de reuniones del G-20 y otros foros.
El último de esos encuentros, muy aireados por La Moncloa, tuvo lugar la semana pasada en San Petersburgo. Allí, según el Gobierno, Obama laudó los progresos de España en materia económica y aseguró a Rajoy que la visita a Washington será pronto.
SIRIA
Fue también allí donde España apoyó sin fisuras a EEUU en el tema que trae de cabeza al presidente norteamericano: Siria. Lo hizo en secreto, firmando una declaración que coqueteaba con el ataque a Bachar al Assad que divide a la comunidad internacional.
Días después, el ministro de Exteriores matizó ese apoyo a Washington. José Manuel García-Margallo se limitó a prometer que España estudiará colaborar con EEUU autorizando sus operaciones bélicas a través de las bases en España.
EEUU tiene una cifra fetiche, la del 2% del PIB, que según Washington sus aliados deben invertir en Defensa para ser militarmente relevante. En España, la cifra es tradicionalmente menor (ahora alrededor del 0,7%), pero con la crisis aún más. Preguntado al respecto, el nuevo embajador aseguró que España "está teniendo una crisis económica muy difícil, pero eso no es excusa" y él llegará a España para recordarlo. "Es una conversación muy difícil, pero es necesario tenerla", aseguró. La importancia del gasto militar es repetidamente recordada por los secretarios de Estado y de Defensa, decepcionados con Europa por su tibia apuesta por la OTAN, gestora de guerras como la de Afganistán.
LEYES SOBRE LA PIRATERÍA
Las violaciones de la propiedad intelectual, en especial de productos audiovisuales, serán otro de los ejes poco agradables en los que Costos tendrá que emplearse más a fondo. Desde hace dos años, EEUU no incluye a España de la lista de países más permisivos con lo que a menudo es calificado de "piratería", pero sigue exigiendo el endurecimiento de normas y el castigo a los infractores.
La conocida como 'Ley Sinde', después reconvertida por el Gobierno del PP, ha estado según diversas fuentes muy influenciada por EEUU.
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