Compras colectivas: así se unen los consumidores para lograr mejores precios en productos y servicios
"La unión hace la fuerza". Bajo ese lema, grupos de consumidores aprovechan las posibilidades de las llamadas 'compras colectivas': unirse a través de Internet para conseguir productos y servicios a un precio más bajo del que les ofrecería el mercado si estuviesen solos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha decidido aprovechar esa tendencia para crear la iniciativa "Quiero pagar menos luz", el primer ''switching' colectivo' de electricidad de España.
La experiencia, que ya se aplica con éxito en países como Portugal, Reino Unido, Bélgica, Holanda o Italia, consiste en agrupar una masa de consumidores lo suficientemente importante como para lograr que las principales compañías de energía les hagan ofertas más ventajosas.
La OCU lanzó el proyecto el pasado jueves y en un sólo día ha logrado más de 40.000 inscritos, por lo que desde la organización aseguran que las cifras están "más que fenomenal".
En Reino Unido, la iniciativa reunió a 300.000 personas que consiguieron ahorrar entre 119 y 183 libras al año. La campaña en España se produce tras las subidas en el precio de la luz del 60% desde 2007, que hacen que los precios en el país sean los más altos de Europa, solo por detrás de Irlanda y Chipre.
HASTA EL 14 DE OCTUBRE
Los interesados se pueden inscribir hasta el 14 de octubre de forma gratuita en la página web que ha facilitado la OCU . Dos días después, la organización convocará una subasta a la inversa en la que ganará el que ofrece el precio más bajo, entre las comercializadoras interesadas en dar suministro a toda la masa de clientes.
El 4 de noviembre se comunicará por correo electrónico a los usuarios el nombre de la empresa ganadora. Si el interesado lo ve adecuado, dará su aceptación y la comercializadora podrá cerrar con él la nueva oferta.
La OCU ha advertido de que por el momento es difícil determinar el ahorro que se logrará, y de que algunos perfiles de clientes quizá no logren una oferta mejor a la actual, pero explicó que en Portugal se ha creado una plataforma de 600.000 miembros, con rangos de ahorro de entre 15 y 80 euros al año.
CUPONES, COCHES, TRENES, PISOS...
Anne Simons, directora de la web de estrategias de marketing Brandeo.com, asegura que "en el actual clima económico" la gente está "buscando activamente" oportunidades de compra colectiva, un fenómeno surgido en China y que se ha extendido por el mundo sobre todo bajo la fórmula de webs de cupones como Groupon, LetsBonus, Planeo o Groupalia.
Como la propia OCU reconoce, en estos casos la "tendencia no es tan pura" porque hay un intermediario y generan bastantes quejas.
Pero en España hay otras opciones más directas. Un ejemplo de ello es compartetren.com, donde personas interesadas en viajar en trenes de Renfe se ponen de acuerdo para beneficiarse de la llamada 'tarifa mesa', que permite descuentos del 60% si se compran cuatro billetes juntos.
Más ejemplos. Everybodycar reúne a personas interesadas en comprar el mismo modelo de coche, ya sea nuevo o de 'kilómetro cero'. Como explica la OCU, al vender de golpe unos cuantos vehículos -de 25 marcas-, el concesionario puede ofrecer importantes descuentos.
Bajo esa misma idea funcionan otras webs, pero en el ámbito inmobiliario. Es el caso de CompramosPiso y ComprarUnidos, que proponen a los potenciales compradores unirse en la compra de una vivienda. De esta forma, hacen más fuerza para negociar con el promotor un precio conjunto adecuado a sus necesidades.
MODELOS E INCONVENIENTES
El diario británico The Guardian recogió hace un año otras iniciativas de compras colectivas en todo el mundo. ThePeoplesPower, en el Reino Unido, que busca conseguir facturas más baratas de electricidad y gas a pequeña escala. Buy Better Together Challenge, también en Gran Bretaña, abarca una amplia gama de mercados -incluido el de la compra de pañales a granel- y tiene como objetivo inspirar a nuevos modelos de compra colectiva.
En Holanda, United Consumers lanzó en el año 2000 una plataforma para negociar conjuntamente los precios de los seguros, la gasolina y la electricidad. Y en Japón la Seikatsu Club Consumers Co-operative Union creó un movimiento similar pero para alimentos que ha conseguido reunir a 300.000 personas.
El modelo de compra colectiva también ha generado opiniones en contra. Rob Harrison co-editor de la revista Ethical Consumer, asegura que los descuentos no son tales y tienen muchos inconvenientes: "La presión para bajar precios continuamente termina empeorando las cosas para los productores, que finalmente recurren a trabajadores explotados en Asia o en cualquier otra parte."
Asegura, además, que el problema en las cadenas de suministro como la de la ropa, donde "los precios han bajado drásticamente en la última década", los consumidores "no están pagando el coste real de la producción". "En todo caso, lo que necesitamos son precios más altos", concluye Harrison.