¿Es compatible el Nobel de la Paz y atacar Siria? "Cuando lo recibí dije que claramente no lo merecía"
Barack Obama, premio Nobel de la Paz y ardiente defensor del ataque a Siria. ¿Una contradicción? Finalmente, la pregunta tiene respuesta del laureado presidente. En una rueda de prensa en Estocolmo (Suecia), donde el mandatario está de visita, fue preguntado por una periodista sueca.
Remitiéndose al discurso de aceptación del Nobel (que puedes leer más abajo), el presidente de EEUU ha reconocido que no era digno de tal distinción. "Empecé diciendo que, en comparación con anteriores galardonados, claramente no me lo merecía", dijo ante el primer ministro de Suecia, Fredrik Reinfeldt.
Sin embargo, ni él se concedió a sí mismo el premio ni se puede esperar que un presidente de EEUU no baraje utilizar la fuerza. Según Obama, cuando "400 niños son sometidos al gas o 1.400 civiles inocentes mueren sin sentido", en referencia al ataque con armas químicas en Siria, "la decisión moral no es quedarse quieto y no hacer nada".
En la rueda de prensa, Obama pidió a los que le critiquen que recuerden que él se opuso a la guerra de Irak y que no está dispuesto a cometer los mismos errores. También confió en que Vladimir Putin levante el veto ruso en la ONU para darle cobertura legal a la operación, algo que el Kremlin ha deslizado como posible. Pero EEUU tiene pruebas del uso de armas químicas y que el régimen de Bachar al Assad fue el que apretó el botón rojo.
"Si pudiera, me pasaría mi tiempo hablando sobre cómo hacer que todos los niños de 3 o 4 años tengan una buena educación, más que pensando en cómo evito que niños de 3 o 4 años sean sometidos a armas químicas y gas nervioso". Pero su trabajo comporta ambas responsabilidades.
En realidad, Obama sí se refirió en su discurso de aceptación del Nobel a sus méritos como galardonado. En sus primeras palabras, el presidente reconoció que sería una "negligencia" no asumir la controvertida que fue decisión del jurado. "En comparación con algunos de los gigantes de la historia que han recibido este premio -Schweitzer y King; Marshall y Mandela- mis logros son pequeños. Y luego hay hombres y mujeres alrededor del mundo que han sido encarcelados y golpeados en su búsqueda de la justicia; gente que trabaja en organizaciones humanitarias para aliviar el sufrimiento; millones en el anonimato cuyos silenciosos actos de valentía y compasión inspiran incluso a los cínicos más empedernidos. No puedo contradecir a quienes piensan que estos hombres y mujeres -algunos conocidos, otros desconocidos para todos excepto para quienes reciben su ayuda- merecen este honor muchísimo más que yo", dijo.
Ya entonces, en 2009 y tras una campaña electoral basada en el humanitarismo y la esperanza de un mundo mejor, el presidente reconoció que "un movimiento no violento no hubiera podido frenar al Ejército de Hitler".