Fátima Báñez se reúne con patronal y sindicatos para consensuar la reforma de las pensiones
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, se reunirá este lunes con sindicatos y empresarios para tratar de alcanzar un acuerdo para reformar las pensiones.
El Ministerio de Empleo está "ultimando" una propuesta que servirá de base para el diálogo con los agentes sociales y que el objetivo del Gobierno es conseguir el "máximo consenso político y social" en torno a esta medida, según las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien anunció la reunión después del Consejo de Ministros
Tras obtener un informe que se le encargó a varios expertos, el Gobierno quiere negociar los términos con UGT, CCOO, CEOE y CEPYME para diseñar un proyecto de ley que será enviado al Congreso de los Diputados en el mes de septiembre.
La propuesta de reforma de las pensiones será expuesta detalladamente a UGT, CCOO, CEOE y CEPYME a las 17 horas.
EL INFORME DE LOS EXPERTOS
El Gobierno solicitó un informe sobre el factor de sostenibilidad de las pensiones a una comisión de expertos, que dieron por finalizado en junio.
Dicho estudio apuntaba a una doble fórmula para afrontar los riesgos demográficos y los económicos del sistema de pensiones.
Por un lado, los 'sabios' proponían el llamado factor de equidad intergeneracional (FEI), ligado a la esperanza de vida y sólo aplicable a los futuros pensionistas, y el factor de revalorización anual (FRA), que no estaría ligado al IPC, sino a la evolución de los ingresos y gastos del sistema, y que afectaría tanto a los futuros pensionistas como a los actuales.
Sin embargo, todo apunta a que el Ejecutivo tratará de suavizar esta propuesta, según El País. En Moncloa creen que la situación económica está cambiando y "quieren evitar incendios políticos", reza el diario.
RECHAZO SINDICAL
Los sindicatos rechazaron las propuestas de los expertos y recordaron que en la reforma de pensiones pactada en 2011 ya se tomaron iniciativas que garantizaban la sostenibilidad de las pensiones, entre ellas el aumento progresivo de la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años.
Las centrales entienden que los problemas económicos que actualmente tiene la Seguridad Social, derivados de la destrucción de empleo y la caída de cotizantes, deben solventarse con medidas coyunturales y no con reformas de carácter estructural, como la planteada por los expertos.