La estrella de la existosa saga Los juegos del hambre llevó atuendos en sus primeros días que harían a la directora de Vogue pensárselo dos veces antes de retratarla en la portada de su revista.
Desde que fue nominada al Oscar por su primer éxito, Winter's Bone, ha ocupado un lugar destacado en las listas de las mejores vestidas, y ha lucido algunos de los vestidos más famosos de los últimos meses.
Pero incluso en los momentos más memorables, Jennifer y el vestuario han tenido malentendidos. El vestido rosa pálido y blanco de Dior que lució en los Oscar, aunque espectacular, le ocasionó un tropezón en el momento de recoger su premio que la dejó en el suelo.
No es la única vez que le ha ocurrido: en los premios del sindicato de actores, se le cayo la parte de abajo de un vestido de dos piezas al levantarse a por el premio.
El camino para convertirse en un icono de la moda no está exento de algunos errores, y un error no es un error sin mirar hacia atrás y aprender de él. Tuvo un año particularmente malo en 2008, pero seguro que ella sería la primera en admitirlo con su característico humor autocrítico.
Miremos hacia atrás, a los días más humildes de Jennifer, cuando parecía apropiado llevar zapatos planos y vestidos de baile de fin de curso al acudir a un estreno, y comparemos con los 'glamurosos' vestidos de los dos últimos años: