Desalojo de acampadas de proMorsi en El Cairo: decenas de muertos y Estado de Emergencia
Las fuerzas de seguridad egipcias han iniciado a primera hora de este miércoles el desalojo de las dos zonas de acampada que protagonizan desde hace semanas centenares de seguidores del expresidente Mohamed Morsi, derrocado el 3 de julio después de un golpe de Estado militar, tras un año en el poder.
Tras una jornada de fuertes enfrentamientos armados en distintas provincias, la Presidencia interina ha decretado el Estado de Emergencia en todo el país durante un mes, a contar desde las cuatro de esta tarde, hora peninsular española. También se ha levantado el toque de queda en El Cairo y otras 12 provincias, entre las siete de la tarde y las seis de la mañana, hora local.
Los disturbios en Egipto han dejado decenas de muertos y heridos. El Ministerio de Sanidad confirma 149 muertos y cientos de heridos. Entre las fotografías que llegan de El Cairo hay imágenes de cadáveres carbonizados.
Ante la gravedad de los hechos, el vicepresidente egipcio de Relaciones Exteriores, Mohamed el Baradei, ha presentado su dimisión con una carta dirigida al jefe de Estado interino, Adli Mansur.
Esta es otra imágenes de muertos en los desalojos compartida en Twitter por el corresponsal en El Cairo de The Independent:
La cadena de televisión egipcia OnTV ha iniciado una retransmisión en directo de la intervención policial, en la que se puede ver a decenas de agentes y militares con blindaje disparando gases lacrimógenos contra los presentes. El Ejército egipcio ha abierto fuego contra manifestantes que intentaban sumarse a uno de los campamentos de protesta de El Cairo que está siendo desalojado por los agentes de las fuerzas de seguridad, según ha informado un reportero de Reuters presente en el lugar.
Las cadenas de televisión vía satélite Al-Nahar y ONTV han denunciado que sus cámaras han sido confiscadas por las fuerzas de seguridad cuando grababan el desalojo de la sentada de Rabaa
Los disturbios de este miércoles en el desalojo de acampadas
Desalojo de acampadas
Las fuerzas de seguridad han emitido un mensaje a través de altavoces para solicitar a los manifestantes que abandonen la protesta de forma pacífica a través de corredores seguros garantizados por el Ejército, según activistas. Algunos manifestantes han incendiado neumáticos para evitar el desalojo.
La organización islamista egipcia Hermanos Musulmanes ha elevado la cifra de muertos hasta 2.200 y añade que hay unos 10.000 heridos. "Los manifestantes pacíficos están cayendo uno a uno. Los asesinatos brutales se incrementan", ha escrito en un tuit uno de los portavoces de Hermanos Musulmanes, Gehad el Haddad. "No es un intento de desalojar dos sentadas, es un intento de barrer a la oposición", afirmó en Twitter.
El portavoz del Consejo de Ministros Sherif Shauqi leyó un comunicado del Ejecutivo en el que aseguró que perseguirán a "los alborotadores" para proteger las propiedades del pueblo. "El Ejecutivo atribuirá a los dirigentes de los Hermanos Musulmanes la responsabilidad total del cualquier sangre que se derrame y de todo el caos y la violencia actual", señaló el portavoz, que manifestó que las autoridades seguirán adelante con el plan trazado para la transición, que contempla la celebración de elecciones anticipadas y la reforma de la Constitución.
El Gobierno anunció a finales de julio que desalojaría las sentadas y argumentó motivos de seguridad para justificar tal decisión, que ha sido rechazada por las principales formaciones islamistas y algunos de los grupos revolucionarios más relevantes del país, entre ellos el Movimiento Juvenil 6 de Abril.
CERRADOS LOS ACCESOS A PUNTOS TURÍSTICOS
Hay dos acampadas, una en la plaza de Rabaa al Adaweya (en el distrito de Ciudada Naser) y otra en la plaza Al Nahda, en Giza. El Ministerio del Interior ha informado que la plaza Nahda está despejada y 200 manifestantes pro-Morsi han sido arrestados, según Al Jazeera.
Simpatizantes de los Hermanos Musulmanes han salido a las calles de Alejandría, Asuán y algunos barrios de El Cairo, según la televisión estatal egipcia, en protesta por el desalojo policial. Las autoridades han ordenado la suspensión de la circulación de trenes en algunas provincias del sur y del norte de Egipto, como parte del plan del Ministerio del Interior para mantener la seguridad y desmantelar las acampadas.
Las autoridades también han cerrado el acceso a las Pirámides de Giza, el Museo Egipcio de El Cairo y los centros de la ciudad de Alejandría (norte).
Hermanos Musulmanes y sus aliados han acusado a las nuevas autoridades de acceder al poder a través de un golpe de Estado militar y de lanzar una campaña de represión contra los movimientos islamistas. Decenas de altos cargos islamistas, entre ellos el propio Morsi, han sido arrestados y acusados de diversos delitos y crímenes.
Entre las medidas más criticadas adoptadas por el nuevo Gobierno está el restablecimiento por parte del Ministerio del Interior de las funciones de lucha contra el extremismo y control de las actividades políticas y religiosas, suspendidas tras la revuelta que puso fin en 2011 al Gobierno del dictador Hosni Mubarak.
Casi 300 personas han muerto debido a la violencia política desde el derrocamiento de Morsi, la mayoría de ellas seguidores de formaciones islamistas. Sólo el 27 de julio murieron unos 80 simpatizantes del presidente por disparos presuntamente efectuados por las fuerzas de seguridad.