El primer ministro noruego, taxista por un día en plena campaña electoral

El primer ministro noruego, taxista por un día en plena campaña electoral

REUTERS

¿Se imagina que coge un taxi y ve al presidente al volante?

Eso le ocurrió a varios noruegos una tarde del pasado junio, cuando su primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, se "disfrazó" de taxista y condujo por las calles de Oslo.

"Para mí es importante escuchar lo que la gente piensa de verdad y lo que les preocupa, y si hay un lugar en el que dicen lo que piensan es en un taxi", ha afirmado Stoltenberg, según recoge el diario noruego Aftenposten.

La iniciativa de márketing político se desarrolló durante una tarde del mes de junio. El coche estaba equipado con cámaras ocultas para utilizar las reacciones de los pasajeros, si éstos querían, en una campaña de publicidad.

El primer ministro iba perfectamente uniformado e identificado como taxista, y llevaba gafas de sol para ocultar su identidad. Al final todos los pasajeros descubrieron el disfraz y varias de las conversaciones derivaron en un debate político.

"Desde este ángulo se parece mucho al primer ministro" se ve decir a una señora. Una anciana le insta a hacer algo sobre los sueldos de los directivos, "porque no deberían ganar tantos millones". El diario Verdens Gang asegura que ningún pasajero pagó los viajes.

En la grabación queda en evidencia la escasa pericia de Stoltenberg al volante y varios pasajeros incluso bromean con que temen por su vida. El primer ministro confiesa en los vídeos que hacía ocho años que no conducía.

Noruega se encuentra inmersa en plena precampaña para las elecciones legislativas del 9 de septiembre y el Partido Laborista de Stoltenberg está por detrás del Partido Conservador según todas las encuestas.

Cuando le preguntaron si le gustaría llevar un taxi en caso de perder las elecciones, Stoltenberg se pronunció: "Creo que el país y los ciudadanos están mejor servidos si soy primer ministro y no taxista".