Hacer explotar a un perro no es maltrato animal en EEUU
Un hombre ha sido arrestado en el condado de Skamania, Washington, después de haber colocado un artefacto explosivo en el cuello de su perro y hacerlo estallar. El animal era un regalo de su exnovia, y el agresor creía que ésta "le había puesto al demonio dentro".
Está acusado de posesión de artefactos explosivos, pero no de maltrato animal. El sheriff del condado Dave Cox explicó que ese tipo de acusación requiere pruebas del sufrimiento del animal, "inexistentes" en caso ya que murió "de forma instantánea", según publica el diario Gawker.
El fiscal del condado Adam Kick señaló que se sumarán cargos por maltrato animal "si la ley lo permite". Dillingham permanece arrestado bajo fianza de 500.000 dólares.
Agentes del condado de Skamania acudieron a la casa de Sevenson de Christopher W. Dillingham, de 45 años, después de que varios vecinos alertaran de una fuerte explosión. Encontraron restos del animal en el patio de la vivienda, según publica el diario Warming Glow.
Dillingham, que ya contaba con un amplio historial delictivo, es propietario de una tienda de venta de fuegos artificiales y creó un artefacto explosivo casero para acabar con la vida del perro.