Salustiano Sánchez Blázquez, el hombre más viejo del mundo
Salustiano Sánchez Blázquez, un hombre nacido en Salamanca de 112 años residente en Nueva York, ha sido reconocido como el hombre vivo más viejo del mundo, según El Libro Guinness de los Récords, la autoridad en récords mundiales.
El anciano de origen español, que actualmente vive en una residencia, ascendió a tal honor tras el fallecimiento, el pasado 12 de junio, de Jiroemon Kimura, un japonés de 116 que previamente era el varón más viejo del planeta.
Salustiano nació el 8 de junio de 1901 en el pueblo de El Tejado de Béjar en la provincia de Salamanca. Ganaba dinero tocando la dulzaína -instrumento de lengüeta doble parecido al oboe- en fiestas y bodas, aunque se considera autodidacta en la música.
Dejó la escuela a los 10 años, y con 17 emigró a Cuba con su hermano mayor, Pedro, y un pequeño grupo de amigos, para trabajar en los campos de azúcar. En 1920 emigró a Estados Unidos. Desembarcó en Nueva York, pero acabó trabajando en las minas de carbón de Lynch, Kentucky.
Salustiano volvió poco después a Nueva York, cerca de las Cataratas del Niágara, y en 1934 se casó con Pearl, el amor de su vida, fallecida en 1988. Tuvieron dos hijos, John, de 76 años, e Irene, de 69. Su familia incluye siete nietos, quince bisnietos y cinco tataranietos.
Salustiano atribuye su longevidad a consumir plátanos todos los días y a sus seis pastillas de diarias. Su hija tiene otra teoría: "Creo simplemente que es un hombre testarudo y muy independiente".
Sus pasatiempos en los últimos años incluyen la jardinería, los crucigramas y partidas de gin rummy nocturnas con sus amigos, un juego de cartas que se juega con baraja de póker.
LAS MUJERES VIVEN MÁS
No obstante, la persona más vieja del mundo es la japonesa Misao Okawa, con 115 años. Robert Young, consultor en gerontología de Guinness, ha confirmado que el 90% de todos los supercentenarios -personas que superan los 110 años- son mujeres.
Salustiano es actualmente el único varón nacido en 1901 con documentos que lo prueban. Datos censales, documentos de Inmigración y certificados de matrimonio fueron comprobados para confirmar el récord.
122 años y 164 días es el máximo comprobado que ha vivido un ser humano: la francesa Jeanne Louise Calment, fallecida en 1997.