Panamá intercepta un barco con cargamento bélico de bandera norcoreana
Las autoridades panameñas han detenido en Colón, una región ubicada en la costa del Caribe, un barco de bandera norcoreana que transportaba "presumiblemente equipos sofisticados de misiles" camuflados en un cargamento de 250.000 quintales de azúcar moreno procedente de Cuba, según ha comunicado Ricardo Martinelli, presidente de Panamá.
"Se trata de material bélico o balístico", ha explicado el dirigente, que viajó hasta el puerto de Manzanillo para comprobar en el lugar cómo se desarrollaba la operación. El barco venía de Cuba y se dirigía a Corea del Norte, y fue "al quitar la primera camada" cuando las autoridades descubrieron el cargamento oculto en dos contenedores.
Aunque las autoridades han insinuado que podría tratarse de misiles, no se ha especificado oficialmente la naturaleza exacta del material. Las televisiones locales mostraron imágenes de lo incautado en las que se ven unos artefactos grandes y alargados de color verde terminados en punta.
RESISTENCIA DE LA TRIPULACIÓN
El capitán, que parece que sufrió un amago de ataque al corazón y luego intentó suicidarse, y los 35 tripulantes del carguero, identificado como el Chong Chong, están ya bajo arresto, y opusieron fuerte resistencia cuando la nave fue revisada.
La tripulación se encuentra retenida en la antigua base aeronaval estadounidense de Sherman, a cargo del Servicio Nacional Aeronaval de Panamá, que proseguirá las investigaciones en los próximos días.
Según el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, Panamá consultará con las Naciones Unidas qué organismo debe entregar a los arrestados si se confirma que el suceso es un caso de contrabando de armas de guerra.
El barco tenía previsto cruzar el Canal de Panamá rumbo al Pacífico, y continúa siendo revisado en su totalidad para determinar si en su interior pudiera haber más material no declarado.
"Sencillamente, no puede pasar este tipo de material bélico, o balístico, declarando otra cosa y, más que todo, escondido", declaró el presidente Martinelli a los periodistas. "Panamá es un país que llama la paz, no la guerra", zanjó.