Karen Cheng decidió aprender a bailar en un año. Y a diferencia de lo que solemos hacer todos con ese tipo de buenos propósitos, cumplió.
Ha contado su experiencia en una web y un vídeo de YouTube que ha conseguido más de 1,5 millones de reproducciones en solo tres días. En él se ve cómo la chica baila al principio, a la mitad y al final de su reto. Pasa de moverse con dificultades a realizar un show espectacular en una estación de metro.
Explica Cheng, que tiene veintitantos y vive en San Francisco:
Esta no es una historia sobre bailar. Va de tener un sueño y no saber cómo conseguirlo, pero empezarlo de todas maneras (...). Cuando ves a alguien actuar, lo estás viendo al final del juego (...). Lo que no ves son las miles de horas de preparación. No ves las dudas sobre el mismo, la falta de sueño, las noches solitarias pasadas trabajando. No ves el momento en el que empezaron. El momento en el que estaban como tú, preguntándose como podrían ser buenos.
El método de la joven consistió en obsesionarse con ello: se apuntó a clases, pero sobre todo practicó cada día con vídeos de YouTube. Empezó con prácticas cinco minutos al día y terminó bailando dos horas.