¿Cuántas Angelinas hay en España?
Angelina Jolie anunció el pasado martes la doble mastectomía a la que se sometió en febrero, en la que se extirpó ambas glándulas mamarias. La actriz no padecía cáncer de mama, pero es portadora de una mutación en el gen BRCA1, lo que conlleva un 87% de riesgo de contraerlo. ¿Existen en España mujeres como Jolie que toman la difícil decisión de perder sus pechos estando totalmente sanas?
En España no existen registros oficiales con el número de mujeres que han optado por la mastectomía profiláctica ni tampoco de las listas de espera para practicarse el test genético o la operación, según informa la coordinadora del grupo de trabajo de cáncer hereditario de la Sociedad Española de Oncología Médica, Carmen Guillén. Ni siquiera existen datos oficiales de cuántas mujeres padecen cáncer de mama.
El coordinador de Mama del Hospital Universitario de la Paz, José Ignacio Sánchez, asegura que en ese centro hospitalario una media de 10 mujeres totalmente sanas optan cada año por la cirugía. Reconoce que no dispone de cifras oficiales. "Normalmente se les recomienda someterse a la operación a los 35 o 40 años, y hasta ese momento se les hace un seguimiento intensivo combinando diferentes pruebas".
Pese a que los oncólogos señalan que hay casos en España de mujeres que se han sometido a esta cirugía estando totalmente sanas, diferentes organismos asociados a esta enfermedad no tienen conocimiento de ninguna de estas pacientes. Desde la Federación Española de Cáncer de Mama, la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer y la Asociación de Mujeres Mastectomizadas de la Comunidad Valenciana no tienen constancia de ningún caso. "Es una medida preventiva muy radical", apunta Amparo Berret, presidenta de esta última asociación, quien defiende otros métodos menos invasivos como los controles periódicos mediante resonancia magnética o mamografía.
Como Jolie, algunas mujeres presentan mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA 2 (o en ambos) que son hereditarias y aumentan su riesgo de padecer un cáncer de mama y de ovarios. Las portadoras de estas alteraciones tienen entre un 70% y un 80% de posibilidades de desarrollar esta enfermedad a lo largo de sus vidas. Según datos de la Organización Mundial de la salud, el cáncer de mama representa el 16% de todos los cánceres en mujeres.
EL MÉTODO ESPAÑOL
En España el sistema público de salud cubre la intervención de Jolie, tanto el test genético como la extirpación y posterior reconstrucción de los pechos mediante prótesis. Con una diferencia: no se realiza el test a pacientes totalmente sanas que acuden a la consulta de su ginecólogo preocupadas porque su madre, hermana o hija murieron de cáncer de mama. En España la prueba se le hace a las mujeres que ya padecen la enfermedad, y en caso de dar positivo, se realiza a sus familiares directos (madre, hermanas o hijas).
El test no se le hace a todas las mujeres enfermas, sino sólo a aquellas que tienen suficientes familiares directos con antecedentes de cáncer de mama u ovario.
"En España trabajamos a partir de las mujeres que ya padecen la enfermedad, y no a partir de las mujeres que están sanas", explica Eva Ciruelos, especialista del Servicio de Oncología Médica del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Habitualmente el oncólogo remite a la paciente con una historia familiar de cáncer de mama u ovario de riesgo a las unidades de consejo genético, donde los especialistas perfilan su árbol genealógico para hallar casos de cáncer de mama en sus antecesoras. "Si se detectan al menos dos casos de familiares directos se prescribe el test genético", explica Ciruelos, una prueba "muy costosa" (a Jolie le costó 3.000 dólares) que los hospitales remiten a laboratorios externos de biología molecular.
Se les practica la prueba y si se demuestra que tienen "alterados" los genes BRCA1 o BRCA 2, lo que sucede en un 5% de las enfermas de cáncer de mama, se avisa de "forma inmediata" a sus familiares directos para que se hagan el test de una manera voluntaria, tras conocer las ventajas y riesgos del mismo. Si dan positivo, se les ofrece la posibilidad de someterse a una mastectomía profiláctica para proceder a la extirpación de sus glándulas mamarias y así evitar la posible aparición de un cáncer en el futuro.
"Es ahí cuando el sistema público de salud ofrece la posibilidad a una persona sana de someterse a la operación, con la que se reduce en un 90% la posibilidad de desarrollar la enfermedad", precisa Ciruelos. Pese a extirpar las glándulas mamarias, todavía existe un mínimo riesgo de que se desarrolle el cáncer debido a la piel que recubre la mama, que aún contiene tejidos mamarios.
Hay una excepción. Se puede dar el caso de una mujer sana que, como Angelina, perdió a su madre por la enfermedad y quiere hacerse el test para salir de dudas. "Se requiere que al menos tenga dos familiares directos que murieron de cáncer de mama u ovario. Entonces se le remite a la unidad de consejo genético para estudiar la posibilidad de realizarle el test. Se le podría conceder, pero lo cierto es que siempre iniciamos el estudio con las pacientes enfermas", indica la doctora.
900 EUROS EN LA PRIVADA
En algunas clínicas privadas es posible hacerse el test y la cirugía. En el Hospital NISA de Sevilla la prueba, que se la puede realizar cualquier usuario aunque se recomienda a aquellos con antecedentes familiares, cuesta aproximadamente 900 euros. En cuanto a la mastectomía profiláctica, fuentes del centro hospitalario señalan que el precio depende de varios factores como el tamaño de los pechos o el tipo de prótesis que se implante tras la extirpación, rondando los 3.000 euros cada mama.