Las clases en Cataluña serán en castellano solo con que un alumno lo pida
Solo con que un alumno lo pida, toda la clase será impartida en castellano en los centros escolares en Cataluña. Así lo dictamina el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TJSC), que ha fallado en varios autos en respuesta a recursos de reposición de varias familias.
Según el auto, con fecha 6 de marzo y al que ha tenido acceso Europa Press, el sistema "ha de adaptarse a toda la clase -o unidad escolar- de la que forma parte ese alumno", lo que afecta al estudiante juntamente con sus compañeros, y no sólo al estudiante.
El tribunal argumenta que, de otro modo, "tendría que ser separado el hijo de la parte actora en una clase aparte, o permenecería en la misma con atención individualizada", si bien explicita que este extremo ha sido rechazado por el Tribunal Supremo (TS) por considerar que la atención particular es discriminatoria, tanto como separar a los niños en distintas clases.
El escrito confirma el auto de 3 de enero de 2013 de la sala contenciosa administrativa del TSJC, que pidió a Enseñanza "adoptar las medidas necesarias para que sus hijos reciban una enseñanza conjunta en las dos lenguas oficiales, de forma proporcionada y sin desequilibrios entre ellas", pero ahora matiza que afecta a toda la clase del alumno en cuestión.
LA GENERALITAT NO LO ACATARÁ Y RECURRE
La Generalitat de Cataluña ya ha advertido de no ejecutará la resolución y ha anunciado que recurrirá la resolución ante el Tribunal Supremo.
"La lengua de una aula no puede cambiar porque un sólo alumno lo pida. La voluntad de un padre no puede incidir sobre el programa y el proyecto solicitado por el resto de familias" de un grupo clase, ha señalado en rueda de prensa desde el Parlament la consejera de Enseñanza, la convergente Irene Rigau.
La consejera ha señalado que el gobierno catalán defiende la atención individualizada en castellano de los "casos particulares", pero ha afirmado que no pueden obligar unos episodios en concreto a cambiar el sistema en su totalidad, y ha defendido el éxito de la inmersión lingüística y el consenso social y político que la avala.