Barcelona-PSG (1-1): Messi asusta; Pedro marca (FOTOS)
Sangre, sudor y Pedro. La falta de Leo Messi hizo que el héroe del partido, generalmente el argentino, fuera un joven delantero canario que recogió un balón en la frontal del área y metió al Barcelona en semifinales de la Champions League con un gran zurdazo.
Antes, el Barça había sufrido como hacía mucho que no sufría. El Camp Nou está poco acostumbrado estas angustias y a ver a su equipo sin chispa. Hoy fue un día de esos. Ni siquiera la salida de Leo Messi, medio cojo tras lesionarse hace una semana en París, inspiró más al equipo en la segunda parte. Pero su sola presencia en el campo y la calidad de unos jugadores de leyenda pudo con todo y sirvió para estar entre los cuatro mejores equipos de Europa.
Renqueante y sin ritmo, el Barcelona parecía pensar más en el chico argentino que se aburría en el banquillo que en lo que ocurría sobre el verde. Apenas un par de llegadas de Pedro por la izquierda y de Iniesta, por el centro, pusieron el 'uy' en las gradas. Los aficionados terminaron el primer período más asustados por los contragolpes del PSG, liderados por Lavezzi, que otra cosa.
Para su suerte, bajo los palos estaba Víctor Valdés. El portero, que dejará el Barça a final de temporada, volvió a sostener a su equipo en los momentos clave. Sus intervenciones a disparos del propio Lavezzi y de Lucas Moura, arrancaron los aplausos del respetable.
Tras el descanso, las miradas seguían puestas en el banquillo. Allí Messi no paraba de morderse las uñas. Y entre mordisco y mordisco, el PSG aprovechó un contragolpe para marcar. Una pared trenzada por Pastore e Ibrahimovic, terminó con el primero ante Valdés. Su disparo, cruzado al palo derecho, asustó al Camp Nou.
El Barcelona necesitaba un gol para seguir en Europa. Tito sacó a calentar a Messi. Mientras tanto, el PSG seguía intentándolo y el Barça se resquebrajaba en el centro. Busquets, en uno de sus peores partidos, no dejaba de perder balones y regalaba ocasiones claras a los franceses. En una de ellas, Adriano, hoy central en ausencia de Puyol y Mascherano por lesión, terminó como ellos y se rompió.
Bartra entró en su lugar. Junto a él, la pulga: Messi. Cesc se marchó del campo por el argentino. Revulsvio de un par de minutos, en los que el Barça lo intentó con más ímpetu que fútbol. Terminado el encanto, todo volvió a la normalidad.
El partido andaba roto: ataque del Barcelona, contragolpe y susto del PSG. En un balón para Messi, éste se fue hacia el centro y cedió a Villa. El delantero trató de disparar entre el bosque de piernas francesas, el rechace fue a parar a Pedro, que con la zurda marcó el empate. Fue él y no Messi el 'Cid' al que los culés esperaban.
Quedaba un cuarto de hora de verdadero sufrimiento. Suficiente para que Tito Vilanova decidiera taponar el hueco que el Barcelona tenía en el centro, no ya por el mal partido de Busquets, sino porque Messi no podía hacer más. Tocado físicamente, el argentino era un alma en pena por el centro del ataque blaugrana. Song sustituyó a Villa para poner freno a la sangría.
El PSG, por su parte, no supo aprovechar los últimos minutos para responder al tanto de Pedro. Necesitados, como estaban, de un gol para clasificarse, apenas lograron colgar un par de balones en busca de Ibrahimovic. Nada. El final llegó como aire fresco al Camp Nou.
El Barcelona estará en el bombo de las semifinales junto al Real Madrid, Bayern Múnich y Borussia de Dortmund. Y no será, desde hace mucho, gracias a Messi. Él asustó, pero Pedro marcó.