Elena Valenciano: "La monarquía tiene que cambiar mucho: su supervivencia depende de ello"
Elena Valenciano (Madrid, 1960) tiene la sensación de vivir en un estado de guerra. No porque tenga que usar la violencia contra el Gobierno, algo que rehuye en favor de un radicalismo amable, sino por las horas que le dedica al día a hacer una oposición que de momento no es reconocida en las encuestas de intención de voto. La vicesecretaria general del PSOE, recientemente reforzada dentro del partido, ha dejado Twitter para proteger a sus hijos ("No soy Juana de Arco", dice) y pasa las últimas horas gestionando dentro de su partido la crisis de la monarquía tras la imputación de la infanta Cristina.
- ¿Debe abdicar el rey?
Es una decisión que corresponde única y exclusivamente al rey. Lo que sí tiene que suceder es que se cumpla la ley, que se haga justicia y que se trate exactamente igual a la infanta Cristina que a cualquier otro ciudadano.
- ¿No sería conveniente la renuncia para fortalecer a la institución?
La crisis de las instituciones no sólo afecta a la monarquía, sino también al sistema judicial, al financiero, al Parlamento... La ciudadanía desconfía de sus instituciones porque no se están resolviendo sus problemas. No consiste en que el rey dé un paso atrás. Se trata de que resolvamos la crisis institucional, que tiene que ver con una puesta al día y una renovación a fondo de la democracia española.
-La reina de Holanda abdica y no pasa nada. Incluso se fortalece la institución. ¿Es una cuestión de madurez?
No obligatoriamente es más maduro abdicar que no abdicar. Es una decisión en la que no cabe que entren los partidos políticos. Cada uno puede tener su opinión.
- ¿Cuál es la suya?
Me la reservo. Lo que propone el PSOE es abordar la crisis institucional a fondo y en todo su conjunto.
- Sobre la infanta Cristina defiende no entrar al fondo del asunto.
Me refiero a la discrepancia entre el juez y el fiscal, y me reservo mi opinión sobre si sería necesario que el rey abdicara o se declarase la república porque no es una opinión que pueda dar yo personalmente. Que una infanta de España sea imputada no es una buena noticia, pero sí que sea tratada como cualquier otra persona. Que nos preocupa el deterioro de la imagen de la monarquía es evidente, que nos hacemos eco de esa preocupación también. La solución es, por lo menos, discutible. El PSOE todavía no tiene esa opinión conformada.
- ¿Por qué no?
La abdicación no es una cuestión sobre la que el PSOE tenga que tener una opinión. Tenemos una Constitución y una monarquía parlamentaria. Para cambiar eso se necesita una mayoría muy amplia y cambiar la Constitución. El PSOE tiene alma republicana, pero es un partido constitucionalista. Mientras la Constitución sea esta, no cabe que el PSOE se sitúe fuera de ese marco.
- ¿Debería renunciar la infanta a sus derechos dinásticos?
Hay que esperar al procedimiento judicial. Es evidente que si se abre un juicio oral la situación cambia radicalmente. Pero por ahora no está acusada, ni mucho menos condenada.
- El PSOE ha pedido en muchas ocasiones dimisiones por una imputación.
Muy pocas.
- Camps, por ejemplo.
Sí, en casos de personas que, con indicios ciertos, estuvieran ejerciendo una función de Gobierno y gestionando la Hacienda de los ciudadanos. Son dimisiones políticas. También se ha pedido la dimisión de Ana Mato, que no está imputada en nada. Pero son dimisiones en clave política, nunca por estar inmerso en un proceso judicial.
- ¿La imagen no es suficiente motivo de peso? El ministro de Exteriores ha reconocido que la imputación perjudica a la 'marca España'.
Pero es que la infanta no tiene de dónde dimitir, no gestiona asuntos públicos. Lo que mejoraría la imagen de España es que la infanta fuese a declarar y quedasen las cosas claras. Si se abre juicio oral es posible que tuviera que renunciar a sus derechos dinásticos.
- ¿Qué se puede hacer para mejorar la imagen de la jefatura del Estado, además de la ley de transparencia?
Esta ley es condición sine qua non, pero no es lo único. Es muy importante que se resuelva el caso Nóos, que se haga justicia y que paguen los culpables, sean quienes sean. Además, la monarquía tiene que ser una institución moderna, eficaz y transparente. Se puede regular el sistema de funcionamiento de la Casa, que se sepa cuánta gente actúa y para qué actúa, que se tenga un mayor control. Habría que reducirlo todo, hacerlo más austero y sencillo, con transparencia y una agenda abierta.
- En 30 años no se ha hecho y esa opacidad ya no se entiende.
Estamos en otra fase. La monarquía tiene que estar a pie de obra, conocerse sus benefícios, ingresos y actividades. Es bastante sencillo.
- ¿Está dispuesta la Casa Real a ser transparente?
Debe hacerlo, y será bueno para la propia institución. O se moderniza o no tendrá capacidad para seguir siendo apreciada. Es la monarquía la que debe hacer gestos. La institución tiene que cambiar mucho y sí creo que está dispuesto a hacerlo. Su supervivencia depende de ello.
-Rajoy dijo la semana pasada que España ya está fuera del riesgo de rescate. La prima de riesgo ha bajado. ¿Estamos ante un éxito económico del presidente?
Estamos más lejos del rescate porque ya hay una parte hecha, la del sector financiero. El Gobierno ha decidido lanzar una campaña en positivo que no se corresponde con ningún dato.
-Con ese parece que sí.
Hay una cierta estabilización, pero la prima de riesgo subió mucho con el rescate de Chipre, por no hablar de la bolsa. No estamos fuera de peligro. Como el sistema financiero ha sido rescatado nos hemos librado ya de una parte, pero seguimos dependiendo mucho de cómo vaya la UE. La economía real, las empresas que cierran por cientos, el desempleo, la protección de los desempleados, la cobertura de la negociación colectiva, los desahucios... Los datos de la economía de la gente son muchísimo peores este año que el anterior. Qué más quisiera yo que fuera verdad lo que dice Rajoy, pero el Gobierno ha hecho del déficit su única religión y ni en eso ha cumplido, sino que además ha intentado engañar a Bruselas.
-¿Se creará empleo en esta legislatura?
No lo creo. Como mínimo tendríamos que crecer 3,5 puntos para crear empleo. No crecemos, no hay crédito. ¿Por dónde va a sacar la cabeza este país? El Gobierno no lo sabe. El dato de paro de marzo es coyuntural y además pobrísimo, absolutamente temporal por Semana Santa.
- ¿Hay espacio para el estímulo presupuestario?
Sí. Primero hay que negociar un aplazamiento del calendario del déficit y después potenciar los ingresos para estimular la economía. Una economía que está en depresión absoluta no puede aguantar más ajustes, porque es un suicidio. No hay alternativa. No se está haciendo desde el punto de vista público ni se está pidiendo a los bancos, rescatados con miles de millones de euros, que concedan créditos. Hemos parado la quiebra del sistema financiero, pero ¿había que meter tanto dinero ahí y no reservarse ni siquiera una parte para el crédito? ¿Por qué no se pone en marcha un mecanismo de recaudación rápido de las tasa sobre las transacciones financieras?
- ¿Tienen alguna legitimidad los escraches? ¿Los considera un ataque?
Hay de todo. No es lo mismo un ataque físico que una protesta en la puerta de tu casa, una carta... Hay que reivindicar las reglas de la democracia y el respeto a los demás, algo que funciona en los dos sentidos. El límite siempre es la violencia y la coacción. Pero la gente también se siente violentada. Sacar a una familia de su casa por impago también es violento.
- ¿Los escraches existen porque no hay traducción política? ¿Si el PSOE estuviese mejor y defendiese mejor a los ciudadanos... habría escraches?
Con el PSOE también había escraches, y lo vi la semana pasada en Extremadura, porque se los hicieron a Guillermo Fernández Vara.
- El PSOE ha reconocido que se equivocó al abordar el tema de los desahucios cuando estaba en el Gobierno. ¿Qué han aprendido en este año y medio?
No vimos la profundidad del problema. La mejor rectificación es hacer una política distinta. Eso hemos hecho.
- ¿Qué futuro le augura a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP)?
El Gobierno no la está entendiendo. Nosotros hemos endosado la ILP y mejorado en algunos aspectos ampliándola a avalistas y autónomos. Creemos que cuando se ha pagado el 75% de la hipoteca no hay que aplicar la dación en pago, porque ya se ha pagado prácticamente el bien, sino que debe aplicársele un alquiler social. Pero el PP tiene la mayoría absoluta. Puede hacer lo que quiera.
¿Se devolverá el dinero de las preferentes?
Nuestra impresión es que este tema acabará en los tribunales y que se le dará la razón a los afectados, porque, en la mayor parte de los casos, es una estafa. Las últimas decisiones del Gobierno son infames, pero si no podemos cambiarlas pondremos un servicio jurídico a disposición de los afectados.
- ¿Debería devolverse el 100%?
De la gente que fue engañada, por supuesto. Y es la gran mayoría.
- ¿Es nuestro corralito?
Para muchísima gente lo ha sido. O peor, porque según la última decisión no lo van a recuperar nunca. Y ha sido muy dramático, porque mucha gente se sintió engañada por aquél en quien confiaba en el banco. Eso se hizo con las preferentes, pero también con las hipotecas y algunos activos. No puede volver a pasar nunca más. Es un escándalo sin paliativos.
-¿Cómo es posible que el PSOE todavía siga sin despegar en las encuestas?
Cuando dice “todavía”, ¿a qué se refiere?
- Ha pasado un año y medio desde las elecciones, que parece mucho más tiempo si se atiende al descontento hacia Rajoy. No se compensa con una subida del PSOE.
En el entorno europeo, cuando un partido socialdemócrata pierde las elecciones hay un ciclo político muy largo hasta que vuelve la confianza hacia ese partido. Ahora no puede ser tan grande, porque la situación es de emergencia. Pero un año y medio es nada. El PSOE tiene que estar preparado mucho antes que cualquier otro para volver a hacerse cargo del país. En octubre tendremos preparado un proyecto muy radical de reforma para este país y estamos trabajando como una hormiguita, aquí y en la Unión Europea, donde están parte de las soluciones, para demostrar que somos capaces de hacerlo mejor que el PP. En eso nos está ayudando mucho el PP.
- ¿En qué contribuye a su objetivo practicar una oposición amable cuando desde la calle se pide más beligerancia?
No creo que la beligerancia resuelva los problemas de la gente. Somos completamente radicales en la crítica hacia las políticas del PP y siempre presentamos una alternativa. No podemos decir cualquier cosa, no somos una Izquierda Unida en grande. Somos un partido de Gobierno, no podemos asaltar supermercados.
- Esa “radicalidad” no se percibe en la calle, donde hay muchas voces que aseguran que PP y PSOE son similares, cuando no lo mismo.
Nos está costando trasladarla porque todavía se nos percibe como responsables de lo que sucede. Eso no se puede obviar. Me puedo subir a una barricada para decir que hay que nacionalizar la banca, y seguro que me sacan en los periódicos. Pero hay que ser serios, y eso siempre tiene un precio que probablemente estemos pagando. El PSOE no recibe votos de la izquierda cuando adopta posiciones más izquierdistas porque siempre estará IU. Siempre asaltará supermercados mejor Ignacio Sánchez Gordillo que yo. El PSOE recibe el apoyo de la izquierda cuando se siente que puede competir con la derecha. Tenemos que recuperar un espacio progresista amplio.
- Si se ve al anterior Gobierno como responsable de la crisis actual, ¿no representa Rubalcaba un obstáculo para el cambio de percepción?
Si la cuestión fuese cambiar a una persona no tendríamos ningún problema. Pero es que la marca PSOE está asociada a un muy mal momento. Compitieron dos personas por el liderazgo del PSOE, ambos exministros y además los dos más valorados en el Gobierno. El PSOE sufrió un durísimo castigo y hubiera dado lo mismo que el candidato fuese Rubalcaba, Chacón u otro.
- Es decir, la regeneración no se contempla.
Podemos contemplarlo todo, pero ese análisis es poco riguroso.
- Es un análisis muy amplio en la calle.
Lo entiendo, pero no creo que la situación fuese distinta con otro liderazgo. Rubalcaba era lo más valorado que tenía el PSOE y cualquiera que hubiese asumido la responsabilidad sufriría el mismo desgaste, con la diferencia de no tener el crédito de persona responsable, honesta y preparada que tiene Rubalcaba. Es la marca la que pesa sobre Rubalcaba, no al revés. Se ve en los otros liderazgos. Las elecciones municipales y autonómicas las perdieron alcaldes y presidentes que eran muy valorados. No es la cara de Rubalcaba, es el Gobierno del PSOE. Yo no estuve en el Gobierno, pero si fuese yo u otro en vez de Rubalcaba, Rajoy diría exactamente lo mismo sobre el PSOE. ¿Qué iba a responder yo? ¿Que no estaba allí, que no tengo nada que ver? Eso jamás lo diría un portavoz del PSOE. Si se tratase de Chacón, que es más joven, el PP le reprocharía lo mismo porque estuvo sentada en el Consejo de Ministros. Y si fuese Eduardo Madina, todavía más joven, le dirían que si no era diputado y no votó el recorte de las pensiones. El PP machacaría a cualquiera, pero ese cualquiera tendría que tener los mismos arrestos que Rubalcaba para aguantar la presión.
- Es decir, que da igual quién esté.
En este momento creo que sí. La prioridad es fortalecer al PSOE y sólo entonces ver quién dirige el PSOE, quién está mejor colocado.
- A falta de primarias, ¿cree que será Rubalcaba el candidato?
Ya veremos, todavía falta mucho.
- No falta tanto. ¿Por qué no se inicia el proceso?
La decisión de cuándo se celebran las primarias abiertas es estratégica. Se hará cuando mejor le venga al PSOE. Es algo que no puede estar sometido al escrutinio constante de los medios o de nuestros adversarios.
- Si es tan importante, tan estratégica, ¿por qué no les conviene tomarla con tiempo, antes de 2014?
Porque es estratégica. Nosotros vamos a una conferencia política en octubre y después tenemos las elecciones europeas. Mediremos si nos conviene antes o después de las europeas, dependiendo de cómo estemos en ese momento. No hay una posición determinada. Sería absurdo.
- Habiendo elegido el PSOE el método de primarias abiertas para elegir candidato, sorprende mucho la presión ejercida sobre los socialistas gallegos para que, agarrándose a los estatutos, no elijan a su líder por primarias.
Los estatutos no son el Código Penal, pero es la ley votada por todos. Se votó en el congreso federal con un 70% de apoyo. Y por cierto, estaban los gallegos.
- Y, sin embargo, se ha llegado a una fórmula que tampoco contemplan los estatutos.
Pero no los contraviene.
- ¿Cómo están las relaciones con el PSC?
Siempre han estado bien. Hay una divergencia nueva desde hace seis meses por el derecho a decidir, pero estamos intentando resolverla. Estamos trabajando en un diseño del modelo territorial en el que también esté el PSC. Queremos seguir juntos.
- ¿Debería dimitir Feijóo por las fotos con un narcotraficante?
Parece que él mismo dijo en 2003 que quizás tuviese que dimitir por esas fotos. Si lo dijo en 2003...
- ¿Entonces sí?
Sí.
-¿Acabará Bárcenas con Rajoy o Rajoy con Bárcenas?
Creo que Bárcenas acabará en la cárcel y eso hará muy difícil que Rajoy siga en La Moncloa. Bárcenas no se irá a la cárcel mudo y todo se pondrá muy complicado para el presidente.
-En una entrevista reciente asegura estar convencida de que el PP se ha financiado ilegalmente. ¿Tiene alguna prueba concluyente?
Las mismas que pueda tener usted. De sus cinco tesoreros tiene a tres imputados y otro era Naseiro. No hay más que datos que lo van avalando, uno detrás de otro. El problema Gürtel siempre ha sido la financiación irregular del PP. Gürtel, Bárcenas y Naseiro son lo mismo.
- ¿La tesorería del PSOE está limpia?
Está tan limpia que es desastrosa (risas). El PSOE aprendió la lección. Tuvo un problema con el caso Filesa, hace muchísimos años, y no tiene ningún problema de financiación irregular. Tiene un problema de financiación.
- En pocas palabras... Óscar López
Un gran secretario de Organización que cometió un error y por el que pidió disculpas.
- Carme Chacón.
Una dirigente muy importante del PSC que compitió por la secretaría general del PSOE y perdió.
- Griñán en el caso de los ERES.
Comportamiento impecable, transparencia, denuncia, colaboración con la justicia. Está haciendo todo lo que debe hacer.
¿Todo?
Sí. Está dando la cara, justo lo que no hace Rajoy.
- Tomás Gómez.
El secretario general del Partido Socialista de Madrid.
- Corinna.
Un asunto feo y falso.
- Beatriz Talegón.
Inteligente, con mucha chispa. Con la que hablo con frecuencia.
- Más después de su famoso discurso, suponemos.
Sí. Ya le he dicho que los hoteles de playa son mucho más baratos en temporada baja que los de ciudad.
-¿Qué importancia le da al discurso de Talegón?
Es un discurso muy fácil, pero que no tiene... La internacional socialista es una institución que queremos cambiar desde hace mucho tiempo. Es, como todas las organizaciones internacionales, muy pesada, poco ágil... pero desempeña un papel muy importante en países donde no hay democracia o donde los socialdemócratas son perseguidos. Si se estaba en un hotel más o menos caro es un análisis que desde el punto de vista político tiene poca consistencia.
- Sin embargo, su mensaje, que hablaba de más cosas que de los hoteles, caló en un momento en el que al PSOE le cuesta colocar los suyos.
No es lo mismo ser Beatriz Talegón que Yorgos Papandreu, pero como también le dije a ella Papandreu estuvo en la cárcel y ha combatido contra una dictadura. Está bien utilizar un discurso así para hablar de cosas de más fondo, que por cierto creo que es lo que está haciendo Beatriz. Ella entró por ahí, y tiene una parte atractiva y otra criticable. Lo bueno es que por ahí pueda construir un discurso un poco más sólido. Creo que lo está haciendo.
- Con todo, el efecto de su discurso ha bajado a la misma velocidad que subió.
Es como el champán. Pero creo que ella sabrá recolocarlo, porque es inteligente. Fue víctima de su propio éxito, por ejemplo en una manifestación. Que salgas en no sé cuántas teles no quiere decir que en la calle no te identifiquen con el PSOE.
- ¿Cómo se siente tras abandonar Twitter?
Tengo un doble sentimiento. Por una parte he perdido un espacio interesante y útil. Por otra, siento liberación por mis hijos. Si persiguieran a mis hijos, dejaría la política. No soy Juana de Arco, pero sí mucho más madre que política. En el momento en el que creo que se está haciendo daño a dos personas inocentes ya no merece la pena. Hay mucha gente que está pensando en irse de Twitter, también por ataques a sus hijos.