El corralito huérfano: Chipre retrasa el voto sobre la quita y la eurozona intercambia reproches
Si la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana, el rescate de Chipre se parece mucho más a un fracaso que a la salvación, la enésima salvación, de la moneda única.
Tras la imposición del corralito parcial sobre Chipre, en forma de bloqueo de los depósitos y una tasa a todos ellos, el Gobierno del país ha decidido retrasar de nuevo la votación parlamentaria que debía respaldar el acuerdo. Estaba prevista para este lunes, pero no se producirá, según informan los medios de comunicación locales. Además, los bancos del país seguirán cerrados hasta el jueves.
Los distintos partidos que componen la cámara chipriota han convenido estudiar en detalle las condiciones y tratar de modularlas, en conversación con las instituciones europeas y el FMI (la llamada troika).
El presidente de Chipre desde finales de febrero, Nikos Anastasiadis, necesita el apoyo de los diputados de su partido, pero también de grupos de la oposición, para que el acuerdo logrado en la noche del viernes en Bruselas se aplique. De momento, no tiene los votos suficientes.
El primer pacto con la eurozona incluía una tasa para todos los depósitos, tanto de los residentes como de los importantes oligarcas rusos con sede financiera en la isla. El Gobierno chipriota negocia con la troika una reducción del porcentaje de la quita de las depósitos, que rebaje del 6,75% al 3% a los depósitos de menos de 100.000 euros y se incremente del 9,9% al 12,5%, según la agencia Reuters.
Según Anastasiadis, no hay más opción, salvo que se considere la salida de la moneda única, a la que el país llegó en 2008. En total, se recaudarán 5.800 millones de euros por este sistema, mientras que la troika aportará 10.000 más para sanear al país.
ALEMANIA: NO ES ASUNTO NUESTRO
Mientras, la Comisión Europea ha eludido dar explicaciones públicas sobre el detalle del acuerdo en medio de una guerra de declaraciones con Alemania.
A pesar de que hay algunas informaciones que apuntan a que Alemania pretendía una tasa todavía más dura para los ahorradores chipriotas, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró que Berlín no quería que sufrieran los depósitos pequeños.
"La posición del Gobierno alemán y del FMI era que debíamos obtener una parte considerable de los fondos de los propietarios de los bancos y sus acreedores, es decir, los inversores", aseguró Schäuble en una entrevista con la radio ARD este domingo. "Pero respetamos obviamente la garantía de los depósitos", aseguró. "Aquellos que no quisieron esta solución fueron el Gobierno griego, la Comisión Europea y el BCE. Ellos decidieron esta solución y ellos deben explicárselo al pueblo chipriota", añadió. Sin embargo, la Comisión Europea rechaza apadrinar la tasa a los depósitos y recuerda que las decisiones en el Eurogrupo son tomadas por unanimidad.
Este lunes, el portavoz de Merkel volvió a decir que "el reparto de la carga es asunto del Gobierno chipriota", descargando la responsabilidad en Nicosia. Según esta tesis, Anastasiadis habría protegido a la oligarquía rusa, con grandes inversiones financieras en el país, a cambio de apoyo del Kremlin y a expensas de los ahorradores.