Seis artistas que pasan desapercibidos en España y triunfan en el extranjero
1-. XAVIER VILLAVERDE
El sexo de los ángeles, la película dirigida por el gallego Xavier Villaverde, se estrenó en mayo de 2012 en España provocando la casi unanimidad de la crítica. "No es verosímil o no es coherente con sus ideas, o ambas cosas", dijo El País. "A Villaverde le cuesta la misma vida creerse su propio guión", opinó La Razón. "Blandita mixtura de comedia costumbrista y melodrama romántico", añadió La Vanguardia. El público tampoco arropó la cinta, que atrajo únicamente a 6.000 espectadores en España. Menos de un año después, sin embargo, la película está arrasando en China, donde acumula cerca de 500 millones de descargas, casi todas ilegales.
"Lo que pasó en España es que salió en un fin de semana que había estrenos muy fuertes y la quitaron rápidamente de las salas. No hubo mucho presupuesto para promoción y no tuvo muchas posibilidades de competir", explica Villaverde en conversación telefónica. Todo ello, sin embargo, no ha sido obstáculo para su tremendo éxito en China, donde es uno de los temas más comentados en las redes sociales. Al director todavía le cuesta creérselo: "Es sorprendente, pero lo que está claro es que el boca a boca funciona con esta película. Alguien la colgó en YouTube y en pocos días ya tenía 500.000 reproducciones".
Pero, ¿por qué El sexo de los ángeles está triunfando en China? Villaverde reconoce que es "difícil de determinar", pero cree que su temática, sobre un trío amoroso de jóvenes que 'desafían' las reglas del amor, tiene mucho que ver. "China es un país con gran tradición de sexualidad. Cuando aquí estábamos con la cruz puesta en la cabeza, ellos ya estaban en otra parte. Allí se están produciendo cosas nuevas y fuertes, se están abriendo, hay una revolución sexual", indica.
El director, que volvía a los largometrajes con esta cinta tras Trece campanadas (2003), intuye que la forma en la que está tratado el argumento también ha influido. "Quizá la película aborda unos temas que allí no están tocados de esta manera. El tipo de protagonista femenino, por ejemplo, es muy contemporáneo, apuesta por la libertad de su pareja…" Pero el éxito en China no se está traduciendo en grandes beneficios económicos, dado que las descargas son ilegales. "Produce el beneficio de que se ve, pero nada más", lamenta el director.
2-. ELÍAS PORTELA
Dos amas de casa bailan sobre el cordel de un tendal y hacen el amor con funambulismos
Una es mariposa de seda, la otra es flor de algodón
Bajo los efectos de la limpieza escriben poemas en la colada
El caso de El sexo de los ángeles y de Xavier Villaverde –pasar inadvertido en España y triunfar en el extranjero- no es único. Lo sabe bien el poeta Elías Portela, gallego de 31 años que se ha convertido en autor de culto en Islandia, el país donde vive y cuya primera ministra ha manifestado públicamente que le gusta la obra de Portela, que allí es conocido como Elías Knörr.
El escritor acabó en Reykjavík en un intercambio, entró en el mundo editorial publicando traducciones, comenzó a escribir en islandés como "un juego" y sus poemas, siempre bajo seudónimo, "rularon" con fuerza en Internet. Al final, acabó publicando en la revista Stína, en la Review de la UK Proety Society -que le calificó como "uno de los 3 autores más representativos de la lírica islandesa actual"- y en la editorial Stella.
“El modo de pensar la poesía en Islandia es muy diferente al resto de Europa continental. La gente es mucho más abierta a los juegos y al arte de las palabras, hay poetas en todas partes, por lo que aquí, incluso antes de enrolarme en la poesía, ya se valoraba el modo de expresarme en islandés por ser creativo”, explica Portela, quien subraya que es “curioso” que sus poemas extranjeros hayan llamado más la atención en Galicia que los “autóctonos”.
Sobre la visión que tienen de España en el extranjero, Portela no lo duda: “La gente que no ha vivido allí, no considera que sea un país serio, es un país de vacaciones. Después, la gente que sí conoce España más a fondo, aprecia muchos aspectos culturales y los avances de la democracia… pero claro, no pueden entender las contradicciones legales y políticas actuales”.
3-. THE PINKER TONES
The Pinker Tones, un dúo catalán de música electrónica, también tuvieron claro desde sus inicios que para sobrevivir tendrían que salir de España. Ahora, son más conocidos en lugares como Japón que en su propio país. “Entendimos bastante temprano que en España siempre seríamos unos bichos raros”, explican sus componentes, Mister Furia y Profesor Manso.
“Hemos tenido artículos muy respetuosos y de página entera en The New York Times y en el Washington Post y a día de hoy aún no hemos salido en El País”, lamentan, a la vez que subrayan la importancia que Internet ha tenido para el lanzamiento de su carrera. “Ha allanado el terreno para hacer llegar la música a todas partes. Pero la música no cambia por esa circunstancia”, explican.
4-. JORGE NARANJO
El director de cine Jorge Naranjo no ha llegado a triunfar en el extranjero (todavía), pero su primer gran proyecto está a un paso de hacerse realidad gracias al productor alemán Torsten Gauger. Naranjo se lanzó a grabar un largometraje, llamado Casting, tras haber tenido cierto éxito anteriormente con tres cortos de temática similar: las cintas cuentan las experiencias de un actor que se presenta a las pruebas de selección de una película.
Una vez rodó el largometraje, Naranjo se dio cuenta de que el proceso posterior era aún más complicado y asegura que Casting se hubiese quedado seguramente en su disco duro de no ser por la ayuda de Gauger, a quien conoció en el Festival de Cine Internacional de Las Palmas y que rápidamente se interesó por el proyecto. “Le gustó y nos dijo que quería ayudarnos a acabarlo. Ha sido fundamental porque hemos podido pagar el montaje y la postproducción, que es algo que en nuestro caso hubiese sido casi imposible sin ayuda”, explica Naranjo.
Por eso, el director no duda ni un momento en afirmar: “Gauger ha salvado la película. Nos ha rescatado Alemania porque la película sin él no hubiese llegado a ninguna parte”. Ahora, ha presentado Casting al Festival de Cine de Málaga. “Que la seleccionaran sería un grandísimo paso”, admite Naranjo.
5-. SAMUEL ARANDA
Muchos fotoperiodistas españoles también han tenido que ver cómo se reconocían sus méritos en el extranjero mientras en España su trabajo pasaba más o menos desapercibido. Es el caso de Samuel Aranda, ganador del prestigioso World Press Photo en 2012 y que sólo ha conseguido “el apoyo, el respeto y el trato profesional” para desarrollar sus proyectos en “empresas extranjeras”.
De su cámara salieron las polémicas fotos que publicó el New York Times sobre la crisis en España, en las que se veía, entre otras cosas, a personas buscando comida en contenedores. “Me hubiese encantado trabajar solo con medios de aquí, nadie se busca la vida fuera de su país por gusto. Pero cuando te quieren pagar 1.000 euros brutos por un reportaje que te ha llevado tres meses, es cuando no salen las cuentas”, lamenta.
Subraya que el World Press Photo ha cambiado poco las cosas, dado que desde entonces únicamente ha recibido un encargo de un medio español: “Me querían pagar 250 euros por el trabajo. El argumento: ‘Si solo es una foto’. Con todo, el premio sí ha provocado en su caso que, al fin, el público conozca su nombre dentro de España.
6-. ÁLVARO DEPRIT
En una situación similar se encuentra el también fotógrafo Álvaro Deprit, ganador del PHotoEspaña OjodePez de Valores Humanos, y que vive en Italia desde hace años. “No ha cambiado nada después de ese premio ni después de los otros dos premios internacionales que he recibido”, destaca.
Al igual que Aranda, “siempre” ha tenido la sensación de que le valoraban más fuera que en casa. “En España no hay mercado. A diferencia de Europa, en España hay poquísimas revistas, que publican pocos reportajes y que pagan mal o nada”, señala.
Pese a ello, Deprit asegura que en España hay buen nivel de fotoperiodistas "con una mirada muy muy fresca" pero lamenta que "falte un poco de rigor a la hora de abordar la temática y el contenido del trabajo, debido a la poca tradición fotoperiodística".