La UE ultima su presupuesto con un fondo contra el paro pero recortes en agricultura y regiones
Tras toda la noche negociando, los líderes de la Unión Europea ultiman ya un acuerdo sobre los presupuestos que reducirá por primera vez en la historia los fondos para desarrollar políticas comunitarias.
Si sale adelante la última propuesta puesta sobre la mesa por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, España perdería fondos para agricultura y las llamadas regiones en transición (de estar entre las desfavorecidas a superar la media de la renta) pero se colocaría en un muy buen lugar para recibir fondos de una nueva partida contra el paro juvenil.
Las líneas maestras de los presupuestos para 2014-2020, que se negocian periódicamente cada siete años, incluyen compromisos de gasto de 960.000 millones de euros. Son 34.000 millones menos que en el período en curso, a pesar de que cuando se negociaron los que están en vigor la UE no tenía tantas competencias.
El acuerdo que podría aprobarse en las próximas horas supone un recorte de al menos 12.000 millones con respecto a la última cumbre sobre los presupuestos, celebrada en noviembre, cuando la propuesta inicial ya se había recortado en 80.000 millones de euros para contentar a los países euroescépticos y los partidarios de una estricta austeridad, como Reino Unido y Holanda.
ESPAÑA
En el capítulo concreto de España, plantea reducir a 1.874 millones de euros la compensación para las regiones españolas, frente a los 2.800 propuestos en noviembre, y destina 500 millones a Extremadura, 624 a las regiones en transición (Galicia, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia) y 700 para el resto de las regiones, además de otros 50 para Ceuta y Melilla.
Además, propone un fondo de 6.000 millones de euros contra el desempleo juvenil para las regiones de la UE en las que ese paro rebase el 25 por ciento. En esa situación están 13 Estados miembros con Grecia y España a la cabeza, ambos con un paro juvenil en torno al 55 %, según datos de Eurostat, la oficina de estadística europea.
De aprobarse, esta iniciativa estará dotada con 3.000 millones de euros procedentes del Fondo Social Europeo (FSE) y los otros 3.000 millones vendrían de la partida destinada a empleo juvenil, que se enmarca en el capítulo dedicado a los fondo de cohesión económica, social y territorial.
EL GOBIERNO, SATISFECHO
"España está muy satisfecha con el principio de acuerdo alcanzado", aseguró el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo. La satisfacción se explica porque España podría compensar la reducción de fondos en políticas de cohesión (para acercar el nivel de vida de las regiones más desfavorecidas a la media europea) y agricultura con políticas contra el paro.
Sin embargo, los que también parecen estar contentos son países como Reino Unido, inmerso en un proceso que desembocará en un referéndum sobre la pertenencia a la UE, y el club formado por países como Alemania, Finlandia, Austria o Países Bajos, partidarios de una estricta austeridad. Políticas como el crecimiento, innovación o función pública serían a priori las más perjudicadas.
El acuerdo, que debe ser cerrado por los líderes en Bruselas, tendrá que ser ratificado después por la Eurocámara, muy crítica con los recortes que abanderan Londres y Berlín.