Tragedia en Brasil: Un cúmulo de negligencias agravaron las consecuencias del incendio (FOTOS)
Otra noche que debía ser de fiesta y alegría terminó en tragedia. Si hace unos meses cinco menores morían en una avalancha en el Madrid Arena durante una macrofiesta de Halloween, este fin de semana el drama se trasladaba a Santa María, un municipio al sur de Brasil, donde han fallecido al menos 231 personas en un incendio en una discoteca.
Y, como en cada tragedia de este tipo, surgen los errores y las negligencias como principales culpables del horror. Estos son los fallos que provocaron el drama en Brasil.
PERMISOS Y LICENCIAS CADUCADAS
Según las autoridades brasileñas, la discoteca Kiss no tenía actualizados ni el plan de prevención de incendios ni la licencia de actividad.
El secretario nacional de Defensa Civil, el coronel Humberto Viana, ha revelado al diario Folha que el plan de prevención de incendios estaba caducado desde el pasado mes de agosto. También desde agosto estaba caducada la licencia de actividad, según habría confesado uno de los propietarios a la Policía.
PIROTECNIA DESCONTROLADA
La banda Gurizada Fandangueira tenía preparado un espectáculo pirotécnico pero todo salió mal. El incendio se inició cuando comenzó a arder el material para el aislamiento acústico de la discoteca.
LOS EXTINTORES NO FUNCIONARON
El guitarrista de Gurizada Fandangueira, Rodrigo Lemos Martins, ha asegurado que uno de los guardias de seguridad de la discoteca y un miembro de la banda intentaron apagar el fuego, pero que no pudieron porque los extintores no funcionaron.
LAS PUERTAS, CERRADAS
Las puertas de la discoteca estaban cerradas cuando se produjo el incendio, según han informado las autoridades y los testigos.
El delegado regional de la Policía, Marcelo Arigony, afirma que tras recoger 17 testimonios "la información preliminar apunta a que en un primer momento las puertas fueron cerradas por los guardias de seguridad, aunque no de mala fe".
SÓLO UNA SALIDA
Además de estar cerradas, esas eran las únicas puertas que tenía el local, por lo que los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en la pared para poder rescatar a las víctimas.
NO DEJABAN SALIR
Según testigos, los guardias de seguridad impidieron a la gente que saliera de la discoteca. Existen varias versiones al respecto. Unas apuntan a que los porteros pensaban que la gente quería marcharse sin pagar. Otras, a que pensaron que era una pelea.
Cuando los miembros de la seguridad vieron el fuego, dejaron salir, pero la avalancha ya se había producido.