Un muerto británico en el secuestro de Argelia, que no acabará si Hollande no deja Malí
Un ciudadano británico ha muerto en el secuestro de al menos una veintena de occidentales que el grupo terrorista autodenominado "Firmantes de sangre" mantiene en una planta de gas al sur de Argelia.
La muerte fue reconocida por el ministro de Exteriores británico, William Hague. "Lamentablemente, puedo confirmar la muerte de un ciudadano británico", dijo, rechazando ofrecer el número de británicos retenidos.
Distinta suerte han corrido hasta 30 trabajadores argelinos, también secuestrados, que según la agencia local APS citada por Reuters y France Press habrían logrado escapar.
Todo empezó este miércoles, cuando milicianos de 'Firmantes con sangre', liderado por el ex dirigente de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) Mojtar Belmojtar, irrumpieron en la estación gasística de la wilaya de Illizi y tomaron como rehenes a al menos una veintena de trabajadores argelinos, estadounidenses, británicos, franceses y japoneses.
Según el último comunicado del Ministerio de Interior de Argelia, hay dos fallecidos, que serían un argelino y un británico, así como "un número indeterminado" de extranjeros.
El grupo islamista ha solicitado abandonar Argelia junto a los rehenes y el fin de la "brutal agresión" francesa en Malí, advirtiendo a París y a los demás países de origen de los rehenes de que serán 'responsables' de lo que les pueda pasar, si no cumplen sus demandas. Este jueves, los secuestradores también pidieron a las Fuerzas Armadas argelinas que se retiren de las inmediaciones de la planta de gas para comenzar las negociaciones.
"Pedimos al Ejército argelino que se retire para abrir las negociaciones sobre los rehenes", dijo uno de los secuestradores, identificado como Abu al Bara, a la cadena de televisión catarí Al Yazira.
EL SECUESTRO EN ARGELIA Y MALÍ
Aunque Londres ha desvinculado la muerte de este ciudadano británico de la intervención francesa en Malí, los terroristas exigen como condición al fin del secuestro que las tropas galas abandonen el país africano.
El presidente francés, François Hollande, centra todas las miradas. No solo por su decisión de intervenir en Malí, que fue unilateral y sin contar más que con el tímido apoyo de los socios, sino también por sus dificultades para formar una coalición internacional de ataque a los rebeldes, tres grupos tribales y terroristas que controlan el norte del país.
APOYO LIMITADO DE LA UE
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea discuten hoy la situación en Malí en una reunión extraordinaria, pero su implicación en el conflicto será limitada. Los ministros aprobarán formalmente el establecimiento de una misión militar europea de entrenamiento de unos 3.000 efectivos del Ejército del país africano para ayudar a Bamako a garantizar a largo plazo la integridad territorial del país. La misión no comenzará hasta marzo.
Varios países como Reino Unido, Dinamarca, Bélgica y Alemania, ya han acordado enviar aviones de transporte militar para apoyar la intervención francesa en Malí, aunque otros podrían sumarse en los próximos días, según fuentes diplomáticas.
España ha autorizado a Francia a sobrevolar su espacio marítimo tal y como le solicitó y prevé participar en la misión de entrenamiento del Ejército de Malí con hasta 50 efectivos. En la reunión de este jueves, ofrecerá un avión de transporte de carácter logístico para trasladar a tropas africanas a Malí. España también ha ofrecido a Francia la posibilidad de utilizar bases militares españolas en caso de que los aviones franceses lo necesiten.
La Unión Europea reconoce que la crisis en Malí ha aumentado el riesgo de secuestros de europeos y ataques terroristas como prueba el hecho de Francia haya aumentado el nivel de alerta terrorista en su territorio o las medidas que se han tomado para reforzar la protección de los intereses en Malí, según varias fuentes europeas. "Estamos evaluando el nivel de amenaza en todos los países", han reconocido fuentes europeas.
LA SITUACIÓN EN MALÍ
Mientras tanto, las tropas francesas siguen avanzando hacia el norte en Malí. Desde el 11 de enero, París bombardea el centro y norte del país. Ahora, además, soldados franceses combaten "cuerpo a cuerpo" contra los islamistas en Diabali, al noroeste del país, donde el Ejército local está también presente.
Diabali se encuentra a 400 kilómetros al norte de Bamaki, la capital, y fue ocupada el lunes por los islamistas dirigidos por Al Qaeda en el magreb. Según el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, son "los grupos más duros, más fanáticos y mejor organizados" de cuantos combaten en Malí.
Más de 800 soldados han sido desplegados en Malí y el número podría aumentar hasta los 2.500.
La ciudad de Konna, a 700 kilómetros de Bamako y cuya toma fue el detonante de la intervención francesa, sigue en poder de los islamistas.
Por su parte, la fuerza de intervención africana en Malí enviará, en una coalición de varios países, hasta 2.000 soldados. El miércoles por la noche, el ministro de Exteriores del Chad, Moussa Faki Mahamat, aseguró que su país podría desplegar otros 2.000.