La reforma laboral del Gobierno ha dejado 136.000 parados desde su implantación
"Habría sido un peor año para el empleo si no se hubieran acometido las reformas estructurales, entre ellas la reforma laboral". Esta frase, que se parece mucho a la que pronunció hace apenas dos días el ministro de Economía, Luis de Guindos, es de la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, durante su valoración de los datos del paro del mes de diciembre, en el que ha bajado el desempleo en 59.000 personas.
Sin embargo, el año 2012 se ha cerrado con 426.364 parados más que en 2011, lo que supone una subida del 9,6%, la tercera mayor de la serie histórica comparable.
Aún así, el Ejecutivo sigue alabando la reforma laboral, implantada por decreto ley el pasado mes de febrero. Una reforma laboral que, en contra de lo que aseguran desde el Gobierno, ha destruido más empleo que el que ha creado.
Haciendo una simple comparación, según datos del propio Ministerio de Empleo, desde febrero de 2012 a diciembre de 2012, el desempleo ha crecido en 136.625, pasando de los 4.712.098 de parados a los 4.848.723 actuales. Un año antes, durante ese mismo período, el paro creció en 123.096 personas. Es decir, pasó de los 4.299.263 desempleados de febrero a los 4.422.359 de diciembre. En suma, desde su implantación y en comparación con el mismo período de 2011, la reforma laboral, lejos de crear empleo, ha dejado 13.529 parados más.