Cheick Modibo Diarra, el primer ministro de Mali, es arrestado por golpistas de su país y dimite
El primer ministro de Mali, Cheick Modibo Diarra, anunció en la madrugada del martes su dimisión y la de su equipo de gobierno, en un breve mensaje difundido por la televisión nacional (ORTV) pocas horas después de haber sido arrestado por militares.
Visiblemente tenso, Diarra, designado a la cabeza del Ejecutivo por el presidente, Dioncounda Traoré, el pasado 17 de abril, se limitó a mencionar el estado de crisis en el que se encuentra inmerso el país antes de anunciar su renuncia.
Vestido con un traje gris, el hasta ahora primer ministro, se limitó a desear buena suerte al próximo Gobierno y no dio ninguna explicación sobre su arresto, producido horas antes de la difusión de este mensaje.
DETENIDO POR GOLPISTAS
Diarra, que según dijo a Efe una fuente cercana al Gobierno se encuentra de nuevo en su residencia, fue detenido por una veintena de militares a las órdenes del jefe de los golpistas, Amado Haya Sanogo, que el pasado 22 de marzo derrocó al entonces presidente Amado Tumani Turé y que mantiene una gran influencia en los asuntos del país.
Según una fuente del organismo de la Radio y la Televisión maliense (ORTM), esta tarde, un grupo de militares irrumpió en las instalaciones e impidió la difusión de unas declaraciones de Diarra.
La fuente agregó que tras unos "momentos de locura y espanto" los militares se llevaron la cinta, cuyo contenido se desconoce, sin dar más explicaciones.
COMPLEJA TRANSICIÓN EN MALI
Mali, cuya parte norte del país está tomada por grupos rebeldes armados desde el pasado marzo, está sumido en una complicada transición política hacia la democracia que arrancó después de que los militares que derrocaron al presidente Traoré cedieran ante las presiones de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), para favorecer el regreso del orden constitucional.
Traoré, presidente del Parlamento durante la etapa de Haya Sanogo, recibió el encargo de dirigir la transición política para la restauración del sistema político constitucional, que deberá desembocar en unas elecciones legislativas y presidenciales.
Esta situación se produce paralelamente a la urgencia mostrada por varios países, entre ellos los miembros de la CEDEAO, Francia o el propio Mali, para que la ONU de luz verde al plan elaborado por Mali y la CEDEAO para enviar 3.300 soldados con el objetivo de recuperar el control sobre el norte del país.
Sobre ese plan sobre el que jefe golpista Amado Haya Sanogo se ha mostrado en contra en varias ocasiones.