Seis meses después, Assange mantiene su lucha, rodeado de polémica y protegido por Ecuador
Quiso evitar a toda costa la extradición a Suecia y lo logró, pero su refugio se acabó convirtiendo en otra cárcel. En ella ha perdido peso y su salud podría resentirse, según su abogado, el español Baltasar Garzón.
Assange no puede poner un pie fuera de esa embajada a la que llegó el 19 de junio tras un formidable conflicto diplomático y judicial. Implica a la justicia sueca, que pretende juzgarlo por supuesto acoso. También a EEUU, que lo considera un espía y una amenaza para su seguridad nacional. Todo ello por crear Wikileaks, la web que sacó a flote miles de documentos secretos y, de paso, muchas vergüenzas del país más poderoso del mundo y sus aliados, entre ellos España.
Sobre todo ello, el activista reflexiona en un artículo que El HuffPost y sus ediciones internacionales publican en exclusiva este viernes. El texto, titulado Dos años de Cablegate: Bradley Manning testifica por primera vez, es una amplia reflexión sobre los efectos de la guerra contra el terrorismo de EEUU y el riesgo para la democracia del aumento de poder de los servicios secretos.
SU ESTADO DE SALUD, MOTIVO DE CONTROVERSIA
No está claro cómo está realmente Assange hoy, cuando vuelve a ser noticia por el juicio de Bradley Manning, pieza clave en la filtración de los documentos. Ahondando en los riesgos de daños psicológicos y físicos de los que alertaba Garzón, la embajadora de Ecuador en Londres, Ana Albán, aseguró este miércoles que sufría una "afección pulmonar crónica". Ese mismo día, a Assange se le escuchaba alto y claro, tan vehemente como es característico en él, al responder a las preguntas de la CNN sobre su último libro, el caso Manning y el Estado de la libre expresión en Ecuador. Después, la propia embajada ecuatoriana matizó a la jefa de la misión, asegurando que "no padece ninguna afección médica urgente" y está siendo atendido.
En la entrevista concedida a la CNN (que puedes ver aquí en inglés), Assange alertó del enorme poder que han logrado los servicios de inteligencia en países como EEUU. Constituyen "un Estado dentro del Estado" que ponen en riesgo los derechos más básicos o la democracia. "Tenemos que hacer algo porque, si no lo hacemos, corremos el riesgo de perder la democracia que hemos venerado durante tanto tiempo", alertó.
MANNING COMO AVISO A NAVEGANTES
Manning es un buen ejemplo. El soldado, describió este jueves en una audiencia previa celebrada en la base de Fort Meade (Maryland) cómo sufrió un grave maltrato durante un cautiverio de 917 días que le llevó a temer por su vida. Un aviso a navegantes, según Assange, que denuncia que la mayoría de los atropellos a los derechos de los que buscan luz en medio de la cerrazón oficial nunca son contados.
"Las democracias mueren tras una puerta cerrada", pero no el ánimo de Assange, que tras casi seis meses refugiado en Ecuador busca un salvoconducto diplomático para abandonar la embajada en la que vive.
AMENAZA DE DETENCIÓN DE LONDRES
Londres ha advertido de que en cuanto ponga un pie en la calle, la Policía lo detendrá y dará cumplimiento a su orden de extradición.
Hasta ahora, el Ejecutivo de Rafael Correa ha mostrado simpatía por él. Pero puede que no sea eterna, especialmente tras escuchar el lugar en el mundo en el que Assange coloca a Ecuador. Al ser preguntado por la libertad de prensa en el país, en peligro según asociaciones porfesionales de periodistas, Assange rechazó responder.
Poco después llegaba otra matización, hecha en este caso por Garzón, que aseguró que el australiano, de 41 años, no quería ofender a nadie.
El futuro de Assange no está claro. Podría depender en gran medida del juicio a Manning, de sus implicaciones y de la continuidad del apoyo de Ecuador.
"El confinamiento, las circunstancias obviamente son difíciles", aseguró esta semana en una entrevista con Reuters. "Sólo se vive una vez, así que es importante hacer algo que sea significativo con nuestro tiempo", añadió.
UN CASO DIGNO DE UNA PELÍCULA
El caso Wikileaks tiene todos los ingredientes para acabar convertido en el guión de un 'thriller' de éxito: filtraciones, espías, servicios secretos, juicios y abogados del 'héroe' que tiene que refugiarse en una embajada.
La Cadena Ser emitía en enero de 2012 un docudrama sobre el caso para entender todas las claves de la trama.