Los impuestos y la burocracia ahogan a los autónomos en España
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, prometió el pasado mes de junio que el Ejecutivo tenía el firme objetivo de "poner una alfombra roja a los emprendedores". Cinco meses después, casi un centenar de trabajadores autónomos se agruparon para apoyar por primera vez una huelga general, la del 14-N -cuyo seguimiento en el sector se cifró entre el 38% y el 80%-. Desde las palabras de Santamaría se han sucedido los acontecimientos -entre ellos una subida del IVA y otra del IRPF- que llevan a los empresarios a asegurar que aquella alfombra roja debe de estar perdida.
"La alfombra no aparece. Esa frase se pronunció en el contexto del compromiso de promulgar una Ley de Emprendedores con contenidos que parecían muy atractivos para los autónomos, pero por el momento no tenemos ley ni se la espera. Más bien al contrario, las medidas fiscales o de orden económico adoptadas en este contexto de crisis y recortes son más perjudiciales para nuestro colectivo que beneficiosas", apunta Sebastián Reyna Fernández, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA).
Los autónomos aseguran que, dadas las circunstancias, se conforman con que el Gobierno no ponga más obstáculos y elimine los existentes. Un dato da idea de que aquella alfombra roja sigue sin tenderse: España ocupa el puesto 136 (de 185) en facilidad para crear empresas, según la lista Doing Business que elabora el Banco Mundial. Hacen falta 10 trámites y 28 días para montar una compañía. Eso significa que es más difícil que en países como Afganistán, Zambia, Albania o Burundi.
EL VARAPALO DEL IVA Y DEL IRPF
"Hay multiplicidad de trámites y normas que corresponden a los diferentes niveles de administración (estatales, autonómicos y municipales). Es imposible que las cosas se hagan de forma simultánea, y en un sólo sitio. No existe coordinación entre las diferentes administraciones, lo que dificulta sobremanera la puesta en marcha de un negocio. Si la situación no cambia, estaríamos mermando claramente nuestras posibilidades de recuperación de la economía y el empleo", asegura Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).
Los problemas no parecen acabarse una vez que se consigue montar la empresa. Los autónomos aseguran que las recientes subidas del IVA y del IRPF han supuesto un fuerte varapalo para el colectivo. "Muchos autónomos han decidido cerrar en septiembre sus negocios (4.000 comercios y 2.000 establecimientos de hostelería) especialmente por la incertidumbre que produce el efecto del nuevo IVA en el consumo. Por otra parte, el aumento de las retenciones al 21% por IRPF para profesionales va a tener un carácter casi confiscatorio, ya que la retención se hace sobre el bruto de las facturas sin descontar los gastos profesionales", destaca Reyna Fernández.
Amor pone cifras a todo ello: "Un autónomo que tenga unos ingresos de 1.500 euros al mes, entre IVA, retenciones y cotizaciones a la Seguridad Social, se quedaría por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. No tiene ningún sentido que se le retenga el mismo porcentaje a aquel autónomo que ingresa 1.500 euros o menos que al que ingresa 5.000" .
¿NOTICIAS ESPERANZADORAS DEL INE?
Con todo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, aseguró que veía "noticias esperanzadoras" tras alcanzar los 5.778.100 parados y llegar a una tasa de paro del 25,02 % de la población activa, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), porque el número de autónomos había aumentado en 65.100 en el tercer trimestre.
"Este dato es contradictorio con la disminución que se está produciendo en el registro de la Seguridad Social. Nos tememos que el diferencial entre la Encuesta y el Registro provenga más de la existencia de un trabajo independiente no regulado y, por lo tanto, que sea un reflejo de la economía sumergida que viene aumentando en estos años y que está produciendo también un fuerte impacto negativo en la viabilidad de los negocios estables y regulados", dice Reyna.
Ante este panorama, ¿qué medidas se podrían tomar? Amor da algunas ideas: "Facilitar la financiación y acabar con la morosidad de las administraciones públicas es fundamental. Son las principales causas del cierre de empresas. Si no hay crédito, no hay actividad y, por tanto, no hay empleo. Necesitamos que el Gobierno nos demuestre agilidad, adopte ya algunas medidas de estimulo, como la eliminación de trabas burocráticas o la simplificación de normas como la ley de protección de datos en esta primera fase. Y que se cambien lo antes posible los nuevos tipos impositivos establecidos, que ahogan a los autónomos".
HABLAN LOS AUTÓNOMOS
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