La ex consejera de la CAM que sólo "entendía de la economía de mi casa y punto"
Pilar Aurora Cáceres ha relatado hoy cómo llegó a convertirse en consejera de la CAM. Todo un ejemplo de la forma de actuar de muchas cajas, esas mismas que, años después, han tenido que ser rescatadas con dinero público.
La llegada de Cáceres al consejo de administración se produjo en 2010. Unos pocos meses antes recibió una llamada de la directora de la sucursal de la CAM --donde tenía abierta una cuenta, cumplía el requisito de tener un saldo medio de 500 euros y no ser morosa-- en la que le proponía formar parte de la Asamblea General. Iría como candidata suplente, según ha detallado durante su comparecencia ante la comisión de investigación de la CAM.
Cáceres ha relatado hoy su "sorpresa" ante la propuesta y ha reconocido que tuvo que buscar en Internet en qué consisten los órganos de gobierno de la caja.
Poco tiempo después recibió la visita de la directora de su oficina junto con el secretario general de la entidad. Había noticias nuevas: iba a formar parte no de la asamblea general, sino del consejo de administración como impositora.
De la sorpresa inicial pasó a la perplejidad. Cáceres les les advirtió de que no era economista y solo llevaba la economía de su casa "y punto". Cáceres ha precisado que es licenciada en Psicopedagogía, no cuenta con formación económica, ni le gusta, ni entiende, por lo que en las reuniones de los Consejos hablaban a veces en términos que "desconocía" y aportaban documentación "compleja de entender", pero les decían que "estaba todo en orden" y no había "ningún problema".
SU LABOR
Aun así acabó aceptando el puesto porque así se lo "aconsejó" la directora de su oficina, ha reconocido durante su intervención, en la que ha querido aclarar que "en ningún momento presenté mi candidatura".
Según ha confesado, el exsecretario general de la CAM José Pina le explicó cuál era su función: sólo tenía que defender los intereses de los impositores, que ya contaban con un equipo de expertos economistas. Cáceres ha dicho este lunes que accedió para conocer desde dentro el funcionamiento de un consejo de administración "con ilusión, humildad y ganas de aprender".
"Lo que me vendieron como una oportunidad de aprendizaje se está convirtiendo en la peor de las pesadillas", ha indicado emocionada la exconsejera.