Tragedia Madrid Arena: Ana Botella se queda sin el apoyo de la Comunidad
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se enfrenta estos días a la primera crisis seria desde que la marcha de Alberto Ruiz Gallardón al ministerio de Justicia le colocase al frente del Consistorio. La muerte de cuatro jóvenes en la fiesta celebrada en el Madrid Arena la está afectando y no sólo por la tragedia, sino porque cada vez son más crecientes las dudas sobre lo que pasó y quién o quiénes son los responsables.
La decisión de Botella tras los hechos fue la de cortar por lo sano y prohibir que más fiestas de ese tipo se celebrasen en edificios del Ayuntamiento. Una medida no exenta de polémica y que no ha contado con el apoyo de la Comunidad de Madrid, que preside el también popular Ignacio González. Según informa el diario El País, el Gobierno regional seguirá permitiendo este tipo de macrofiestas a pesar de que el Consistorio había pedido una solución al vacío legal en cuanto a la seguridad.
En la práctica esto significa que, pese a la postura de Botella, se seguirán celebrando eventos en recintos como el Palacio de los Deportes o la Plaza de toros de Las Ventas, que gestiona la Comunidad. El Gobierno regional argumenta que no hay unos eventos más peligrosos que otros si se cumplen las leyes. Eso, a pesar de las palabras de la alcaldesa: "El riesgo es demasiado grande cuando se juntan en un sitio cerrado grandes masas de jóvenes, mucho ruido, aún más calor y, como mínimo, demasiado alcohol”.
DENUNCIA DEL SUP
Con la falta de apoyo de la Comunidad, a Botella se le unió este sábado otro problema más. El Sindicato Unificado de Policía anunció que este mismo lunes presentará un escrito policial fechado en 2006, según el cual el recinto '"carecía de licencia de funcionamiento". "Ese recinto no puede estar abierto en esas condiciones porque no cumple ni la Ley del Deporte de 1990 en cuanto a planes de evacuación y emergencia, ni la Ley de espectáculos deportivos de la Comunidad de Madrid de 1997", aseguró el secretario general del sindicato, Manuel Sánchez Fornet.
El Ayuntamiento se defendió de las acusaciones a través de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, que aseguró que el espacio Madrid Arena no requiere licencia de funcionamiento al tratarse de un edificio municipal englobado en el Catálogo de Bienes e Inmuebles del Consistorio madrileño. Explicaron que los edificios municipales no necesitan licencia urbanística "de ningún tipo", y así se recoge en el artículo 151 de la Ley 9/2001 de 17 de julio de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid.
"DEPURAR RESPONSABILIDADES"
Tras ello, el consejero de Presidencia y Justicia de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, ha señalado que espera que se "depuren responsabilidades" a todos los que hayan podido "violar" la Ley de Espectáculos de la Comunidad de Madrid, sin especificar a quién o quiénes podría referirse. "La Ley de Espectáculos establece estrictos requisitos de aforo, menores, objetos peligrosos, seguridad y control de accesos".
Botella, en su comparencia, evitó hacer cualquier mención a los posibles responsables y se remitió a una futura comisión de investigación. Se limitó a asegurar que que "la relación" existente entre la empresa que organizó la fiesta y el Ayuntamiento de Madrid "tenía todos los papeles en regla".
Pero no sólo el SUP ha señalado fallos en la seguridad. Los mismos asistentes a la fiesta de Halloween aseguran que en la fiesta entraron menores a pesar de que, teóricamente, tenían prohibida la entrada. Son muchos los menores que han admitido haber entrado al recinto sin que les pidieran el DNI.
Según la empresa que organizó el evento, se vendieron 9.600 entradas para un aforo de 10.600. Aunque informó al Ayuntamiento de Madrid de que el aforo sería de "7.000 personas, aproximadamente". Sin embargo, los asistentes no se creen estas cifras. Algunas fuentes hablan de 15.000 personas y otras elevan este número hasta las 20.000. Además, sólo había 38 agentes de seguridad privada y no todos se encontraban en el interior del recinto ni en los controles de acceso.
VICEALCALDE
Para aumentar los problemas de Botella, el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, aseguró tras la tragedia que no había exceso de aforo y que el recinto no se desalojó para evitar el pánico. Algo que el juez decano de Madrid,José Luis González Armengo, rechazó, argumentando que el aforo legalmente permitido "se superó con creces". También destacó que controlar si se supera o no el aforo en ese recinto es competencia de la Policía Municipal, mientras que la seguridad del edificio, donde no pueden entrar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es de la empresa de seguridad que contrate la organización del evento.
Villanueva, sin embargo, aseguró en La Sexta que "la Policía Municipal no puede controlar el aforo". Negó, además, ser amigo personal del promotor, con el que sale en actitud distendida en una fotografía tomada en una fiesta.