En el paro estoy: la parodia española de Gangnam Style triunfa en Youtube (VÍDEO)
El mundo se ha rendido a PSY, el cantante coreano que ha conseguido que su canción Gangnam Style haya sido reproducida 530 millones de veces en YouTube: ha enseñado el baile del caballo a Lobezno, Britney Spears o Vettel; y las parodias de su temazo se han multiplicado, protagonizadas por igual por presos de una cárcel filipina o cristos de Borja. Pero España se resistía a la tentación de 'remezclar' al coreano más famoso del mundo en palabras de Ban Ki-moon.
Hasta ahora.
"En el paro estoy", un vídeo realizado por Rudy y Ruymán, la pareja de Youtubers más famosa de las Canarias, ha conseguido más de 180.000 visitas en tres días gracias a la unión del tonillo pegadizo de la canción de PSY con una letra reivindicativa y una escenografía isleña.
"Estamos emocionados, y contentos de ayudar con humor por el momento difícil que está pasando el país", explican Rudi Pérez, educador de un centro de menores de 32 años, y Ruymán Pérez, de 31, dedicado a las telecomunicaciones, y que hace de "PSY isleño" en el vídeo. Los autores se conocen "desde pequeños, de tirarnos piedras". El dúo ya está acostumbrado a éxitos virales y son unas pequeñas estrellas de los vídeos humorísticos: suyos son una parodia de Colgando en tus manos que lleva 4,3 millones de reproducciones, una cámara oculta de 3,6 o una parodia de Shakira de 2,4 millones o una flashmob récord a la que acudieron 250.000 personas. Y a la salud de los concursos que han ganado han recorrido un buen número de países.
Al vídeo de la crisis a lo Gangnam también le prevén una buena vida: calculan que a este ritmo superará el millón de visitas. Grabado en Santa Cruz hace dos semanas, unas 100 personas se involucraron en su rodaje, aunque no todos los que aparecen en las escenas -un "calco" a su manera de las del vídeo original- lo hicieron de forma voluntaria: la escena del principio frente a la cola del INEM es real, tomada en una oficina tinerfeña que habitualmente está abarrotada. También las "invasiones" de los comercios chinos que aparecen al final fueron por sorpresa, como puede leerse en los rostros de los trabajadores.