Niños, mayores y jóvenes en paro, los más vulnerables ante la pobreza

Niños, mayores y jóvenes en paro, los más vulnerables ante la pobreza

Una de cada cinco personas residentes en España se encuentra por debajo del umbral de riesgo de pobreza. Es decir, un 21,1%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un porcentaje menor que el de 2011, pero que no refleja un cambio de tendencia en la realidad social del país: cada día de crisis agrava aún más la pobreza de los ciudadanos.

Desde la Cruz Roja reconocen que con la actual situación económica "ha aumentado mucho la demanda de ayuda". "Hace año y medio nos pedían cosas específicas, pero en este momento la gente te dice: 'lo que me den'", explica su portavoz, José Javier Sánchez, a El Huffington Post. De hecho, en mayo la organización pidió apoyo, a través de la campaña 'Ahora + que nunca', para asistir en los próximos dos años a 300.000 personas más de las que ya atienden que se encuentran en situación de "extrema vulnerabilidad". Además, en su Boletín Sobre Vulnerabilidad Social ponía el acento sobre el hecho de que el 75% de las personas que atendieron se encuentra en riesgo de pobreza o de exclusión social.

Unos meses antes, en febrero, la organización Cáritas alertaba en otro informe de que la proporción de hogares por debajo del umbral de la pobreza se acerca al 22% y que se concentra, principalmente, en hogares con jóvenes como sustentadores y en aquellos en los que viven menores. También incidía en el porcentaje de hogares sin ingresos de ningún tipo: un 3,3% a finales de 2011, es decir, 580.000 hogares.

De hecho, esta organización ha visto cómo se ha incrementado el número de gente que ha acudido a recibir asistencia, pasando de 370.251 en 2007 a 1.015.276 en 2011, lo que supone un aumento del 174,2%. Según Cáritas, "desde que se inició la crisis, se ha multiplicado por 2,7 el número de personas atendidas".

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Este aumento ha obligado a Cáritas a optar "por la calidad en la atención frente a la cantidad" debido a "la incapacidad de asumir más demandas", lo que ha provocado una notable "ralentización" del crecimiento en el número de personas atendidas.

Aún así, esta organización ha duplicado entre 2007 y 2010 el gasto en ayudas económicas para personas y familias, rozando los 33 millones de euros. La mayoría de las ayudas económicas han ido destinadas a la alimentación (65%).

RENDIRSE, "EL PRIMER PASO HACIA LA EXCLUSIÓN"

La crisis ya no afecta sólo a los colectivos tradicionalmente atendidos por asociaciones como Cáritas o Cruz Roja, sino que ha convertido en vulnerables a otros cuya situación antes de la crisis estaba más normalizada. La enfermedad común: el desempleo.

Sin embargo, Cruz Roja se sigue centrando en especialmente en los niños. "Fundamentalmente porque en nuestro trabajo diario hay un 25% de menores viviendo en hogares bajo el umbral de la pobreza", explica Sánchez. Menores que carecen de suficientes alimentos, ropa o material escolar. Pero no sólo eso. "Tampoco se les puede garantizar el éxito en la escuela", alerta Sánchez. Para ello, su organización, además de tratar de cubrir las necesidades más básicas, pone en marcha programas de refuerzo en los colegios como parte de "un esfuerzo para trabajar conjuntamente con cada persona". "Para no quedarnos ahí e intentar seguir trabajando para que no se le excluya de la sociedad", añade.

Las personas mayores son otro colectivo muy afectado por la crisis, según la Cruz Roja. Primero, por su propia vulnerabilidad como personas mayores. Segundo, porque el desempleo y la falta de ingresos ha obligado a muchos a regresar a casa de sus padres o a depender de los mayores para susbsistir. De hecho, Cáritas asegura haber constatado que, del total de personas que atendieron, el número de quienes no tenían ingresos ha pasado del 26% en 2008 al 33% en 2011.

El alto paro juvenil hace que los jóvenes sean un sector que preocupa a organizaciones como Cruz Roja, que también cuenta con programas de apoyo para currículo, cursos de formación y ayuda a emprendedores. El objetivo, "que no caigan en situación de desesperación". "Una vez que se rinden es el primer paso hacia la exclusión", lamenta Sánchez. Precisamente, según datos de Cáritas, la pobreza afecta especialmente a parados, personas con baja formación académica e inmigrantes. Unas 130.000 personas de este último colectivo son atendidas por la organización cada año.

Vii Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas