Qué pasa si te rellenas el sujetador con La Metamorfosis: nueva obra de la artista Yolanda Domínguez (VÍDEO)
Una mujer joven y guapa está leyendo en una biblioteca de Milán La Metamorfosis, de Kafka. En cierto momento, comienza a arrancar sus páginas y a utilizarlas para rellenarse el sujetador y aumentar su pecho ante la mirada de los otros lectores, cada vez más incómodos, hasta que uno de ellos avisa al personal de la biblioteca, que expulsa a la mujer.
Pero en realidad, la chica es una actriz llamada Francesca Tripaldi, y la surrealista situación, un plan elaborado por la artista española Yolanda Domínguez. La intención, denunciar "el culto al cuerpo como nueva vía de acceder al mundo laboral" trazando un paralelismo entre las modificaciones físicas que sufre el protagonista de la obra kafkiana y las que muchas mujeres se realizan voluntariamente.
"La idea surge viendo en la tele un programa de estos del corazón, donde había varias comentaristas mujeres, mayores, totalmente operadas y transformadas, que parecían máscaras porque apenas podían gesticular, y enseguida me recordó al personaje de La Metamorfosis, que no se puede prácticamente mover", explica a El HuffPost Domínguez. "Recuerdo que tuve la misma sensación de angustia que cuando leí el libro de Kafka, porque además él parece no darse cuenta de su problema e insiste en ir a trabajar".
Dominguez inaugura estos días en Italia su exposición "SVEGLIATI!", donde repasa algunas de sus obras, que tienen en común la denuncia a través de actuaciones en lugares públicos de cuestiones relacionadas con la mujer. Es la autora, por ejemplo, de "Pido para un Chanel" (donde puso a una mujer bien vestida a mendigar en la milla de oro madrileña por un objeto de lujo). En otra ocasión "amañó" las tradicionales fotos de las rebajas para llamar la atención sobre la rivalidad femenina. Y también se ha preguntado qué pasaría si mujeres reales utilizaran las poses de las revistas en su vida real.
"Tu aspecto determina tu relación con los demás: cuántas veces hemos asociado a una mujer excesivamente arreglada, con tacones, escote, a una mujer tonta, no creíble como profesional. Si vas de mujer objeto serás tratada como mujer objeto", defiende la artista, que cita el caso de la odontóloga italiana Nicole Minetti, la diputada que saltó a la política por su relación con Berlusconi y que se ha sometido a numerosas operaciones estéticas. "Los hombres están educados para tener el poder y las mujeres para 'seducir' al poder. El uso de la belleza como forma de acceder a éste me parece una lacra que nos está impidiendo que se nos valore por nuestra capacidad laboral en lugar de por nuestro look o apariencia. Minetti es un caso más".
Pero, ¿cómo reaccionaron en la Biblioteca Cívica di Brugherio ante el numerito? ¿Entendieron estas explicaciones? Al parecer están "encantadísimos": "en Italia están muy sensibilizados con esta cuestión, a la directora de la biblioteca le ha gustado tanto que quiere instalar una pantalla en la recepción de la biblioteca pasando el video una y otra vez", cuenta Domínguez.