Vatileaks: El exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, se enfrenta a una pena de hasta 4 años de cárcel
Con la intervención del Promotor de Justicia del Vaticano (fiscal), Nicola Piccardi, comenzó la cuarta y última audiencia del juicio al exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, acusado de robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI y se espera ya este mismo sábado conocer la sentencia.
Gabriele, conocido como "Paoletto", de 46 años, puede ser condenado hasta con cuatro años de cárcel, según dijo Giovanni Giacobbe, fiscal del tribunal de apelación del Vaticano. Tras la intervención de Piccardi, que presentará su petición, la abogada defensora, Cristiana Arrú, hará su alegato.
Después de un turno para réplicas y una eventual intervención de Paoletto, el Tribunal -compuesto por Giuseppe della Torre (presidente), Paolo Papanti Pelletier y Venerando Marano- se retirará a deliberar. Se espera que tras varias horas de deliberaciones, Della Torre dicte sentencia este mismo sábado.
NO ES EL FINAL
Con este juicio no concluye el escándalo de robo y filtración de documentos reservados vaticanos, conocido como "Vatileak", ya que en fechas aún por decidir comenzará el juicio contra Claudio Sciarpelletti, de 48 años, acusado de presunto encubrimiento y que en un principio iba a ser juzgado junto a Paoletto.
Ya en la primera audiencia, el tribunal separó el juicio de este informático, tras aceptar la petición de su abogado, Gianluca Benedetti, que aseguró que Sciarpelletti nunca encubrió al exmayordomo y que la prueba es que en el momento en el que le fue encontrado un sobre con documentación reservada reconoció a los investigadores que se la había dado "Paoletto". Sciarpelletti puede ser condenado hasta con un año de cárcel.
Si "Paoletto" es condenado, puede recurrir la sentencia en apelación e incluso llegar al Tribunal Supremo del Estado de la Ciudad del Vaticano. Si al final tuviera que descontar la pena en la cárcel, lo haría en una italiana, ya que en el Vaticano no hay prisión.
"Paoletto" se ha declarado "inocente" de la acusación de robo con agravante de documentos reservados del Pontífice, pero "culpable de haber traicionado la confianza puesta en él" por Benedicto XVI.