Declaran culpables a los 16 amish acusados de cortar pelo y barba a sus vecinos
Un jurado federal de Cleveland ha declarado culpables a los 16 miembros de la comunidad amish en Ohio (Estados Unidos) acusados de atacar a correligionarios para cortarles el cabello y las barbas motivados por diferencias religiosas, por lo que podrían enfrentarse a condenas de 17 años de cárcel.
Todos los acusados, entre ellos el obispo amish Samuel Mullet, considerado el autor intelectual, fueron hallados culpables de cargos entre los que se incluyen conspiración, secuestro y odio religioso.
"Aunque los cargos aplicados pueden suponer una sentencia de cadena perpetua, el juez puede escoger la duración determinada, y las directrices federales en el caso lo sitúan probablemente en torno a los 17 años", ha explicado Mike Tobin, portavoz de la oficina del fiscal al diario Plain Dealer de Cleveland.
El fallo definitivo del juez está previsto para el 24 de enero próximo.
Según los documentos de la investigación, Mullet habría planeado estos ataques después de que varias familias amish que vivían en la comunidad Bergholz, dirigida por el obispo de 66 años, le acusasen ante un consejo de ancianos amish de imponer castigos físicos contra aquellos miembros que no cumplían con sus órdenes.
Además, denunciaron que Mullet forzaba a mujeres amish casadas a acostarse con él para "depurarlas del demonio".
Como respuesta, Mullet y sus seguidores irrumpieron en las casas de las víctimas, entre ellas su propia nuera, para cortar las barbas y el pelo de los hombres, un gesto que para los amish supone un grave descrédito y humillación ya que son considerados sagrados.
Los ataques se produjeron en cuatro condados de Ohio entre septiembre y noviembre de 2011.
Los amish son un grupo de congregaciones cristianas dentro de las iglesias menonitas, conocidos por su vida austera y su renuencia a adoptar técnicas y comodidades de la vida moderna. En Estados Unidos viven cerca de 250.000 amish, repartidos principalmente por los estados de Pensilvania, Ohio e Indiana.