La película antimusulmana que tal vez no exista
Las dudas sobre la existencia de la película que ridiculiza al profeta Mahoma crecen a cada minuto.
Mientras la autoridades en Estados Unidos investigan el origen de esta producción que quizá no existe, los principales medios de comunicación han intentado sin éxito entrevistar al director del filme Inocencia de los musulmanes, supuestamente conocido como Sam Bacile.
El Gobierno de Estados Unidos ha manifestado que los ataques a sus sedes diplomáticas en Egipto y Libia el pasado 11 de septiembre fueron planeados con antelación. Las protestas contra un trailer de la película antimusulmana fue solo un pretexto, sostienen. El extracto de la película fue subido a YouTube en julio y traducido al árabe hace algunos días, según señala la agencia AP.
En un primer momento los medios de comunicación estadounidenses identificaron como director, productor y escritor a Sam Bacile, un judío israelí-americano de unos 52 años, que según el Wall Street Journal, habría reunido 5 millones de dólares para producir la película gracias a las donaciones de un grupo de unos cien judíos.
Sin embargo, agencias como AP y la revista Atlantic comenzaron a dudar de la existencia de Bacile. E incluso de la misma película. Ambos localizaron a Steven Klein, un cristiano de California, quien habría coproducido la película, y que ha dicho que Sam Bacile no era el nombre real del director. Las autoridades estadounidenses han adelantado que un hombre llamado Nakoula Bassely Nakoula de 55 años y cristiano copto sería el responsable del trailer de 14 minutos.
Según The New York Times, el sindicato de productores de Hollywood asegura que no existe registro de una película como Inocencia de los musulmanes, y tampoco reconoce a ninguno de los actores que figuran en el trailer.
En los registros de la industria cinematográfica de Estados Unidos sólo existe el rastro de un casting realizado en 2009 de una película titulada Guerreros del desierto, que trataría de las costumbres del Islam.
El diario neoyorquino asegura que ha entrevistado a una de las actrices que ha reconocido que participó en el rodaje de la película. La mujer, que no ha sido identificada, asegura que fue engañada, ya que el rodaje era para una película costumbrista llamada Guerreros del desierto y no como una producción contra el Islam.
La difusión del vídeo ha sido prohibida en Afganistán, Libia y Egipto para evitar el crecimiento de las protestas que desde el martes se han desarrollado en la embajadas y sedes diplomáticas en países con un gran número de habitantes musulmanes.