Muere en un atentado Chris Stevens, embajador de Estados Unidos en Libia
El embajador de Estados Unidos en Libia, Chris Stevens —casado, con dos hijos y que previamente había servido en Irak, Holanda y Canadá— murió anoche en el ataque con cohetes que lanzaron varios hombres armados contra el consulado de ese país en Bengasi.
Junto al embajador, que había viajado ayer a Bengasi desde Trípoli, murieron otros tres empleados estadounidenses de la embajada, dos de ellos miembros de la seguridad que intentaron controlar la situación.
"Que nadie se equivoque, haremos justicia con quienes mataron a nuestra gente", ha advertido el presidente de EEUU, Barack Obama, quien ha aclarado que los lazos que unen su país y Líbia no se romperán tras el ataque. De hecho, ha advertido de que trabajará con el Gobierno del país para llevar a los asesinos ante la Justicia.
Según el responsable de la Alta Comisión de Seguridad en Bengazi, Fawzi Wanis, el embajador murió por asfixia, como consecuencia del incendio que estalló en el edificio. Dos de los fallecidos eran marines y perdieron la vida por los disparos de los asaltantes, ha agregado.
El viceministro de Interior para el oriente de Libia, Wanis al Sharf, ha ofrecido más detalles: asegura que el embajador estadounidense y los otros tres norteamericanos murieron en dos ataques diferentes, uno contra el consulado de ese país y otro contra el convoy que trataba de evacuar a las víctimas.
Al Sharf ha acusado a "delincuentes y a simpatizantes del antiguo régimen" del coronel Muamar el Gadafi de estar implicados en el asalto, que comenzó tras una protesta frente a la sede del consulado por un vídeo realizado en EEUU y que supuestamente ofendía a Mahoma.
El vídeo ha sido atribuido a un ciudadano israelí-estadounidense que vive en California, Sam Bacile, al que el Gobierno afgano relaciona con el pastor Terry Jones, promotor de las campañas por la quema del Corán en Florida.
PROTESTA POR UN VÍDEO
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha condenado el ataque y la "violencia sin sentido". "He ordenado a mi administración destinar todos los recursos necesarios a apoyar la seguridad de nuestro personal en Libia e incrementar la seguridad de nuestros puestos diplomáticos en todo el globo", ha señalado en un comunicado.
"Pedimos perdón a Estados Unidos, al pueblo estadounidense y al mundo entero", se ha disculpado el presidente del Congreso Nacional libio (Parlamento), Mohamed Yusef al Magrif.
"Es importante que la nueva Libia continúe avanzando hacia un futuro pacífico, seguro y democrático", ha señalado, por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
Esta madrugada, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, se ha expresado de forma similar: "Condeno en los términos más enérgicos el ataque contra nuestra misión en Bengasi hoy. Mientras trabajamos para resguardar la seguridad de nuestro personal e instalaciones, hemos confirmado que uno de nuestros oficiales del Departamento de Estado resultó muerto", apuntó en un comunicado emitido por el Departamento de Estado.
"Que quede claro: nunca hay justificación alguna para actos de violencia de este tipo. A raíz de los sucesos de hoy, el Gobierno de EEUU trabaja con nuestros países socios en todo el mundo para proteger a nuestro personal, nuestras misiones, y a los ciudadanos estadounidenses en todo el mundo", puntualizó Clinton.
La oficina del presidente afgano, Hamid Karzai, ha emitido un comunicado en el que ha condenado el polémico vídeo por "blasfemo", y asegura que la grabación es una "acción criminal" que ha herido los sentimientos de los 1.500 millones de musulmanes del planeta.