El juez concede la libertad condicional al etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga
El juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha concedido la libertad condicional al etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, condenado por el secuestro de Ortega Lara, "por razones humanitarias".
El magistrado, que toma esta decisión contra el criterio de la Fiscalía, sostiene que todos los informes médicos, a pesar de presentar "algunas contradicciones", coinciden en que el interno padece "una enfermedad grave e incurable" que tiene "muy mal pronóstico" y que su esperanza de vida oscilaría entre "los seis y los doce meses".
LA FISCALÍA PUEDE RECURRIR
En todo caso, la salida de la cárcel del preso no será inmediata ya que se producirá cuando el auto judicial adquiera firmeza, tal y como establece la Disposición Adicional Quinta de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que recoge que cualquier recurso tendrá "efecto suspensivo" sobre la puesta en libertad del condenado.
De esta forma, la Fiscalía tendrá un plazo de cinco días hábiles, es decir, hasta el jueves de la próxima semana, para recurrir el auto de libertad condicional, que sería examinado por los cinco jueces de la Sección Primera de la Sala de lo Penal, que preside el magistrado Fernando Grande-Marlaska.
El fiscal de la Audiencia Nacional se manifestó el pasado lunes en contra de la libertad para Uribetxebarria, al considerar que el recluso no se encuentra en "una situación claramente terminal" ni "en el último periodo de su vida", por lo que podría ser tratado "por los servicios médicos" de la cárcel de Zaballa (Álava).
LOS MOTIVOS DEL JUEZ
Según Castro, la enfermedad que padece Uribetxeberria Bolinaga -un tumor cancerígeno en el riñón, una metástasis en el pulmón y otras tres en el sistema nervioso central- provoca que la pena de cárcel de 313 y 8 meses que cumple por delitos de carácter terrorista "no cumpla ya la finalidad socializadora que tiene atribuida", a lo que se une que su ejecución resulta "atentatoria a los principios de humanidad y dignidad de la persona, que tienen que predominar sobre cualquier otra consideración legal".
Por ello, justifica su puesta en libertad por "principios de humanidad", por el derecho a "la dignidad de las personas" y a "una muerte digna" y porque considera que "el último periodo de la vida de un ser humano es el más difícil de afrontar física y psíquicamente".
"ESCASA PELIGROSIDAD"
El juez Castro, que recuerda que Uribetxeberria Bolinaga cumplió las tres cuartas partes de su condena en julio de 2012, también alude en su auto a la "dificultad para delinquir" que tendría ahora el recluso y a la "escasa peligrosidad" que presentaría tras salir de la cárcel.
A pesar de confesarse un "profano en cuestiones médicas", el magistrado instructor hace alusión a la jurisprudencia del Constitucional y del Supremo para justificar que la aplicación de la libertad condicional no precisa del carácter "terminal" de la enfermedad.
En contra del criterio de la Fiscalía y de la forense de la Audiencia Nacional Carmen Baena, que señalaban que el etarra no se encontraba en situación "terminal" y podría ser tratado por los servicios médicos de la cárcel de Zaballa (Álava), el juez recuerda que las enfermerías de los centros penitenciarios no son "centros hospitalarios en los que pueda tratarse adecuadamente el grado de complejidad clínica de un enfermo oncológico avanzado".
Castro ha adoptado esta decisión después de que el martes se desplazara hasta el Hospital Dononstia de San Sebastián para visitar al recluso, que está ingresado en este centro desde el pasado 1 de agosto, y se entrevistara con los médicos oncólogos que le están tratando.
El juez ha impuesto al etarra cinco normas:
- No acercarse a las víctimas
- No participar en manifestaciones proetarras
- No salir de la localidad donde establezca su residencia
- Comparecer en los servicios sociales de San Sebastián
- Comunicar cualquier novedad sobre su enfermedad