Muere Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la luna (VÍDEOS, FOTOS, TUITS)
Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la luna, ha muerto este sábado a los 82 años, según han informado la agencia Reuters y varios medios estadounidenses. El exastronauta había sido sometido a una operación de bypass hacía unas semanas para mitigar la obstrucción de las arterias coronarias. Su muerte se ha debido a "complicaciones" tras esa intervención.
Como comandante de la misión Apolo 11, Armstrong se convirtió en el primer humano en pisar la luna el 20 de julio de 1969. Después de pilotar el módulo "Eagle" hacia la luna, bajó las escaleras sobre la superficie polvorienta y dijo: "Este es un pequeño paso para un hombre pero un gran salto para la humanidad".
El administrador de la NASA Charles Bolden calificó a Armstrong como "un verdadero héroe americano". La familia del exastronauta, que confirmó su muerte, difundió un comunicado que incluye una expresiva frase: "La próxima vez que salgas a caminar en una noche clara y veas a la luna sonriendo sobre ti, piensa en Neil y hazle un guiño".
Armstrong voló con misiones de combate durante la Guerra de Corea y fue piloto de pruebas para la agencia aeronáutica de Estados Unidos que se convertiría en la NASA. Después de dejar la agencia espacial, fue profesor en la Universidad de Cincinnati en el estado de Ohio.
En noviembre de 2011, precisamente en su última aparición pública, Armstrong recibió la medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos junto a Buzz Aldrin y Michael Collins, sus compañeros de la misión a la luna.
A LOS 39 AÑOS, EN LA LUNA
Nacido en Ohio el 5 de agosto de 1930, Armstrong comenzó en ese mismo estado su carrera para la NASA en 1955, donde estuvo trabajando durante 17 años en calidad de ingeniero, piloto de pruebas y administrativo, antes de pasar a integrar en el 62 su plantilla de astronautas.
Armstrong fue asignado al mando de la misión Geminis 8 y visitó por primera vez el espacio en marzo de 1966, cuando se convirtió en el primer hombre en acoplar exitosamente dos vehículos espaciales. A los 39 años, pisó la luna.
Después de la proeza del Apolo XI, siguió ligado a la NASA, que abandonó en 1971 para regresar a su tierra natal e impartir clases como profesor de Ingeniería Aerospacial.
FOTOGALERÍA DE LA NASA SOBRE ARMSTRONG
Armstrong fue además presidente del Comité Asesor de los Cuerpos de Paz (1971-1973), miembro de la Comisión Nacional del Espacio (1985-1986) y vicepresidente de la Comisión presidencial para la investigación del accidente del "Challenger" (1986).
Dentro de la empresa privada ocupó diversos puestos, como los de director de las empresas Cincinnati Gas and Electric Co., Cincinnati Milacron Inc, Eaton Corporation, RMI Titanium Company y Thiokol Corporation, entre otros.
Fue también presidente de la Ail Systemes Inc, especializada en computadoras para aviación, y en enero de 1988 consiguió un nuevo logro: dio la vuelta al mundo a bordo de un Boing 77 en un tiempo récord de 37 horas, junto a otras 99 personas.
HUÍA DEL DEBATE
Mientras que Aldrin y Collins se mostraron en varias ocasiones a favor de volver a la luna y pedir a las autoridades un esfuerzo para la exploración de Marte, Neil Armstrong, normalmente alejado de las cámaras, se mostró siempre más reservado. "La historia es una secuencia de hechos arbitrarios, por lo que el futuro es difícil de prever", decía.
"La carrera espacial proporcionó un mecanismo de cooperación entre adversarios. En ese sentido, fue una inversión nacional excepcional. No aseguraré que fue una distracción que evitó la guerra, pero fue una distracción", añadió.
También se refirió recientemente a la teoría según la cual el hombre no habría llegado nunca a la luna y todo se trataría de un montaje. “A la gente le encantan las teorías conspirativas, son muy atractivas, pero sé que alguna vez alguien volará de vuelta y levantará esa cámara que dejé allí arriba”, aseguró.
SUS RECUERDOS
"Fue especial y memorable, pero también muy breve, porque había trabajo que hacer", declaró Armstrong en 2012 a la televisión australiana. Armstrong y su compañero, Edwin Aldrin, pasaron las siguientes tres horas después del alunizaje andando por la superficie de la Luna, realizando experimentos y tomando fotografías.
"Las vistas eran simplemente majestuosas, más allá de cualquier experiencia visual que haya tenido", según declaraciones recogidas en su día por el Washington Post.