Sánchez Gordillo renuncia a su condición de aforado y dice que si le encarcelan "será un honor"
El Partido Popular ha vuelto a mostrar su desprecio por el diputado de IULV-CA, Juan Manuel Sánchez Gordillo. El encargado de hacerlo ha sido su portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, quien ha criticado a Gordillo al decir que "no se puede ser a la vez Robin Hood y el sheriff de Nottingham cobrando sueldo".
Alonso se refería así al asalto de varios supermercados la semana pasada en los que participaron varios sindicalistas y que apoyó el propio Gordillo, a quien el diputado conservador acusa además de cobrar salario como alcalde de Marinaleda. Sin embargo, Gordillo siempre ha explicado que su sueldo, de 1.200 euros, es el mismo que cobran todos los habitantes del pueblo, organizado en cooperativas.
Según el portavoz del PP, Sánchez Gordillo busca "hacerse famoso" y su actitud "contraviene cualquier modelo ético". "Este hombre lo que está buscando es una propaganda a costa de todos los demás y sobre todo a costa de la imagen de España", ha añadido Alonso, quien asegura sentir "rabia" al ver a un "personaje como Sánchez Gordillo en la prensa internacional con la fantochada del asalto a un supermercado".
Sin embargo, Sánchez Gordillo rechaza la palabra asalto y asegura que lo volverá a hacer para "que se enteren" de su mensaje. "No fue un asalto, fue un acto de desobediencia civil", ha dicho el diputado andaluz en una entrevista en LaSexta.
De hecho, se ha mostrado dispuesto a renunciar a su condición de aforado. "Aquí públicamente digo que renuncio a mi condición de aforado. Lo he hecho para que se enteren y, si no se enteran, lo volveré a hacer. Y si me encarcelan, será un honor", ha añadido.
Sánchez Gordillo espera que "sirva el lío que se ha montado" para poder trasladar su protesta a la opinión pública. El diputado considera que "el hambre no es un fantasma, sino que tiene carné de identidad". "La crisis no es por culpa del exceso de gasto, es por culpa del exceso de robo", ha continuado Sánchez Gordillo, quien cree que España no debe aceptar un posible rescate porque "no es un rescate, es un secuestro".