Los católicos claman en Fátima contra el "capitalismo sin gobierno"

Los católicos claman en Fátima contra el "capitalismo sin gobierno"

La tradicional peregrinación internacional al santuario de Fátima en el mes de agosto ha concluido con críticas al "capitalismo sin gobierno" y a la "indiferencia" reinante y con mensajes de apoyo a quienes más padecen la crisis.

Unos 60.000 peregrinos de varios países asistieron a los actos en Fátima, a 140 kilómetros de Lisboa, y presididos por el arzobispo de Braga, Jorge Ortiga.

En la ceremonia de clausura, Ortiga censuró el "capitalismo sin gobierno, la justicia negociada, la sanidad economizada y la educación parcial" en algunos países.

La peregrinación de agosto tiene tradicionalmente una masiva afluencia de inmigrantes portugueses, que aprovechan sus vacaciones para acudir al santuario.

Entre otros mensajes, el arzobispo les conminó a que lleven su "bagaje de fe" ante el mundo "indiferente y agnóstico".

EL MILAGRO DE FÁTIMA

La devoción por Fátima nació en el lugar conocido como Cova da Iria, donde los niños pastores Lucía do Santos, de 10 años, y sus primos Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7 años, aseguraron que habían visto a la Virgen varias veces entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.

Los niños narraron que María les había confiado varias revelaciones -conocidas como los misterios de Fátima- relacionadas con la devoción mariana, el final de la Primera Guerra Mundial y el inicio de la Segunda, la muerte prematura de los dos primos, la conversión de Rusia y el atentado de 1981 contra Juan Pablo II.