Cómo hacer amigos después de los 30: ¿Es posible?

Cómo hacer amigos después de los 30: ¿Es posible?

RTVE

¿Son los amigos del alma un complemento de juventud? Parece que hacer nuevos amigos, y que se conviertan en los mejores del mundo, es más fácil cuando uno tiene toda la vida por delante, sin cargas familiares o laborales... Esa época en la que uno se va con alguien sin importar quien sea ese alguien y con la máxima de los amigos de mis amigos son mis amigos. Un artículo publicado hace días en The New York Times, titulado Amigos a una cierta edad. ¿Por qué es difícil hacerlos después de los 30?, planteó esta cuestión.

El reportaje de Alex Williams explora las dificultades de hacer nuevos amigos que se conviertan en inseparables, en mejores amigos, y cómo suele ocurrir que a los que lo fueron en su día se les ve cada vez menos. Parte de su caso personal: al amigo del que pensaba que elegiría como padrino si algún día se casa apenas lo ha visto en los últimos cuatro años. "Somos amigos, pero ya no tan amigos", dice. Y de ese tipo de amigo que es como un hermano se va pasando a los amigos "ocasionales", plantea.

"El mejor amigo suele ser una persona que te acompaña desde la adolescencia o la universidad, o en el primer trabajo. Es muy difícil que surja a los 30, porque lo considerarías mejor amigo a los 40 o los 50. No es algo que salga de un día para otro: te tiene que acompañar a lo largo de un periodo de tu vida y, sobre todo, en los malos momentos. Para que alguien te demuestre todo eso se necesita tiempo", explica por teléfono la psicóloga y bloguera de El Huffpost Patricia Ramírez.

La amistad es un vínculo que más allá del diccionario tiene un significado para cada persona. Una palabra que, además, se usa quizás con demasiada facilidad desde que las redes sociales han entrado en nuestras vidas y que a veces lleva a clasificar como "amigo" a gente a la que antes apenas ni saludábamos. "De pronto te das cuenta que, con tu mujer fuera de juego, estás sólo", le contó a Williams en el reportaje de The New York Times un psicoterapeuta divorciado, de cuarenta y pico años.

"Yo, en la consulta llegué a plantearme poner un tablón de anuncios para que la gente se apunte a salir junta. La gente está muy sola", apunta Ramírez, que llama la atención del auge de negocios para singles (solteros) y de actividades de ocio entre desconocidos. "Se trata de encontrar a personas con las que relacionarse. Cuando cambias de trabajo o no tienes pareja a veces resulta difícil quedar con los amigos, porque cada uno tiene su vida. Por eso se acaban formando grupos de 'iguales', como varias mujeres o varios hombres separados", dice.

Es posible que salgan muchos peros al conocer a gente nueva. "A partir de los 30 te vuelves más selectivo con las amistades. No aguantas al egocéntrico, ni a aquel que te cuenta penas continuamente... Tu escala de valores ya está muy asentada, sabes qué te gusta y qué no. Uno ya no quiere andar perdiendo el tiempo con alguien que no le gusta", apunta la psicóloga.

LOS MEJORES CABEN EN UNA MANO

Tener amigos y, sobre todo, mantener esos que son como hermanos, es una cuestión de inversión de tiempo, subraya Ramírez. Y añade: "En la Universidad puedes tener 20; al final, de esa época te quedan dos o tres. Las circunstancias te van separando, algunos se mudan, otros se pegan más a los amigos de su pareja, unos tienen hijos antes que otros... Conservarlos supone un coste de tiempo. Hay que llamarlos, estar pendientes, ir a sus bodas, estar cuando nazcan sus niños, quedar a tomar café... Con suerte, en tu vida tienes cinco mejores amigos. Lo otro son gente con la que te sientes cómoda y te ríes. Hay diferentes grados de amistad".

Para que perduren, según esta psicóloga, la clave está en que la escala de valores sea parecida; también las aficiones. Y comenta que el hecho de tomar los 30 años como referencia para hablar de este tipo de cambios en la amistad no tiene nada que ver con la "crisis de los 30": "Ahora es una edad de oro. Para muchos supone emanciparse, empezar a tener libertad económica. La mayoría aún ni se han casado ni tienen hijos".

Eso lo corrobora el Instituto Nacional de Estadística: la edad media de las españolas que se casaron en 2011 es de algo más de 32 años y medio (en 2006 era de 30) y de casi 36 en el caso de los hombres. La edad media de la maternidad está en 31,3 años. Además, 7 de cada 10 jóvenes españoles entre los 20 y los 29 años vive con sus padres.

¿HE ACUMULADO AMIGOS SUFICIENTES?

Del artículo de The New York Times también se hizo eco la bloguera y periodista de The GuardianBim Adewunmi, quien se preguntaba, a meses de cumplir los 30, si ha acumulado amigos suficientes y, sobre todo, si son los adecuados. "Igual que es muy raro que te acabes casando con la primera persona con la que sales, es inevitable que los primeros amigos que haces no sean los que duran", sostiene.

Adewunmi cuenta que sus dos amigos del alma los hizo en la universidad y ahora ninguno de ellos viven en la misma ciudad. Sigue el vínculo, pero "somos más realistas en nuestras expectivas", escribe, al tiempo que explica que hay personas que siguen sumándose a su círculo íntimo, algunas de ellas conocidas a través de internet. "Quizás hacerse mayor significa que no haces tantos nuevos amigos, pero eso puede que sea algo bueno. La contrapartida es que los tratas con más cuidado", plantea.

Cambian las prioridades, los horarios... Las personas tienden a interactuar con menos personas conforme avanzan hacia la mitad de la vida, pero sus lazos se estrechan con los amigos que ya tenían de antes, según la opinión de Laura L. Carstensen, psicóloga y directora del Stanford Center on Longevity en California, citada en el artículo. Esto se debe a que todas las personas tienen un cierto reloj biológico que hace referencia a los grandes acontecimientos de la vida alrededor de los 30 años. "Tiendes a centrarte en lo que emocionalmente es más importante para ti, así que ya no estás tan interesado en ir a una fiesta como en pasar tiempo con tus hijos", sostiene.