Retroceso de poder histórico: España, por primera vez fuera de la cúpula del BCE
Todos miran a Fráncfort, la ciudad alemana que alberga el cuartel general del Banco Central Europeo. Casi siempre, pero ahora más que nunca. Para exigir intervenciones, para evitarlas, para encontrar refugio u obtener liquidez. Allí, en la conocida como Eurotower, ya no habrá un español en el directorio que decide sobre el día a día de la institución.
El Eurogrupo ha nombrado al luxemburgués Yves Mersch como nuevo miembro del Consejo Ejecutivo del BCE. Los ministros de Economía escogieron al gobernador del Banco Central de Luxemburgo sucesor de José Manuel González Páramo, que había ocupado el cargo desde 2004.
Con este nombramiento, que será adoptado formalmente por el Ecofin este martes, España se convierte en el primer gran país de la eurozona que pierde su puesto en el directorio del BCE desde su fundación en 1999.
Los ministros todavía deben discutir el reparto de otros dos altos cargos económicos: la presidencia del Eurogrupo y la dirección del fondo de rescate para países endeudados, cargo al que también aspira España con la ex directora del Tesoro, Belén Romana.
Francia ha declarado que, por el momento, prefiere que sea el también luxemburgués Jean-Claude Juncker el que siga al frente del Eurogrupo. Si Juncker repite, Luxemburgo contará con dos ciudadanos en los puestos clave de poder econónico. Todo a pesar de que el país apenas pesa en la economía del continente y cuenta con 500.000 habitantes.
¿FALLO DE ESTRATEGIA O DE CANDIDATO?
La batalla por el BCE hace semanas que está perdida, ya que Mersch es uno de los banqueros con más experiencia y credibilidad dentro de la eurozona. Pero también porque el candidato español, Antonio Sáinz de Vicuña, no tiene la entidad requerida. Vicuña, con una larga experiencia en el BCE, donde dirige el departamento jurídico, no fue escogido "porque no es el mejor de los candidatos", según un alto diplomático europeo. "Puede tener prestigio como jurista, pero se necesita un peril más centrado en la política monetaria y económica".
Otras fuentes lamentan que la renovación del cargo en el BCE se haya asociado a la elección de otros cargos, haciendo que al final a España le toque como mucho la silla menos importante. Según un pacto no escrito, los cuatro grandes países del BCE tienen un puesto en el directorio de la institución. Hasta ahora.
Según otras fuentes, la negativa del Gobierno a apoyar a otros candidatos que concitaban más consenso fue el detonante de la decisión tomada este viernes.