Elecciones México 2012: El presidente mexicano se elegirá entre claroscuros
Las elecciones presidenciales en México se celebrarán el próximo domingo 1 de julio después de una campaña de tres meses que ha terminado hoy. La mayoría de las encuestas presentadas en el país prevén el regreso a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al mismo tiempo que valoran de forma negativa la gestión del actual presidente, Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN).
El próximo domingo los mexicanos dispondrán de cuatro opciones en la papeleta electoral: Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD); Enrique Peña Nieto, del PRI; Josefina Vázquez Mota, del PAN; y Gabriel Quadri, por el Partido Nueva Alianza. De las población total de México -112 millones de habitantes- 80 millones de personas están registradas ante el Instituto Federal Electoral y tienen la posibilidad de emitir su voto.
La violencia bajo observación
El presidente Calderón contaba con un 52% de aprobación entre los ciudadanos en el primer trimestre de 2012, la más baja de los últimos cuatro presidentes mexicanos en el mismo periodo, según la casa encuestadora Mitofsky. Y con una percepción de que el mayor problema de México es la inseguridad, el 80% cree que ha empeorado en los últimos seis años.
“El próximo presidente tiene que apostarle a la política. Hemos vivido seis años en los que el actual presidente pasó la política a segundo término y privilegió la mano dura, la fuerza, la guerra”, comenta Diego Enrique Osorno, periodista que ha seguido de cerca el crecimiento de la violencia en la región norte de México, en la llamada guerra contra el narcotráfico, que ha dejado ya unos 60.000 muertos en los últimos cinco años.
Osorno señala principalmente el estado de Tamaulipas, al noreste del país, donde en 2010 se hallaron los cuerpos de 72 inmigrantes asesinados por narcotraficantes. Una zona donde el crimen organizado ha dominado todas las esferas de poder, eligiendo candidatos o asesinándolos. “En esta región hay la inminente realidad de que las elecciones del primero de julio van a ser prácticamente simuladas”, señala el periodista.
Según el Índice de Estados Fallidos 2012 elaborado por Foreign Policy, México está en el lugar 98 de 177 países en riesgo perder el orden en sus territorios. Lejos de una situación caótica general, el país percibe la violencia y sus consecuencias con diferente impacto dependiendo la ubicación geográfica.
Derechos humanos y corrupción
La situación ha llevado a la administración de Felipe Calderón a endurecer las políticas de seguridad pública, llevando incluso al Ejército a las calles de algunas ciudades. Eduardo Almeida, portavoz de la ONG Nodho de Derechos Humanos, señala que a los grupos interesados en este tema les preocupa que el próximo presidente mexicano no pueda romper con redes de abusos a los derechos humanos relacionados con la criminalidad del país, si no se abate antes la corrupción.
“La impunidad es un tema crítico que trasciende las posibilidades políticas de quien asuma la presidencia. Vemos que hay un arraigo con la corrupción y con la delincuencia organizada”, comenta Almeida. Los grupos en defensa de los derechos humanos aseguran que las políticas determinadas por el Gobierno federal no llegan a las pequeñas localidades de México. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha duplicado los expedientes de quejas en los últimos 10 años.
Casos de corrupción más visibles han sido los denunciados por el diario The New York Times sobre la entrega de sobornos de la cadena de supermercados Walmart a diferentes Gobiernos locales en todo el país. También está la investigación que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) ha hecho al exgobernador priista del estado de Tamaulipas, Tomás Yarrington, por recibir dinero del narcotráfico. Según el informe de 2011 de Transparencia Internacional, México obtuvo tres puntos de 10 y es percibido como altamente corrupto, a pesar de ocupar el lugar 100 de un ranking de 183 países.
Estabilidad económica
Mientras Europa padece una crisis económica, México mantiene un crecimiento que lo conserva como la segunda economía de América Latina detrás de Brasil. Este año se estima que el PIB aumente entre un 3,5% y 4,0%, cuando las economías afectadas por la crisis no pueden superar el 1.0%.
Ignacio Trigueros, investigador económico del Instituto Tecnológico Autónomo de México, asegura que las condiciones económicas en el país son favorables en medio de la campaña electoral y que no representará un factor decisivo para los votantes mexicanos. “Si comparamos con la última elección en España, la situación económica tuvo mucho peso para que el PSOE saliera. Aquí es totalmente diferente, no es un factor de peso”, señala.
El paro hasta abril de 2012 era de un 4,86%, según la encuesta de ocupación y empleo del Inegi, la quinta más baja de los países miembros de la OCDE. Este factor, incluso ha impulsado el crecimiento de la clase media.
Un estudio del Woodrow Wilson Center en Washington asegura que México está compuesto principalmente por una clase media incipiente, donde existe una amplia brecha entre ricos y pobres pero que es consecuencia de 15 años de estabilidad económica y apertura. Esta bonanza también ha llevado a otros fenómenos sociales mexicanos hacia un cambio, el Pew Hispanic Center ha informado este año que el flujo migrante de México hacia Estados Unidos “se ha detenido e incluso ha sido en reversa”.
Participación ciudadana
En medio de estas circunstancias, han nacido movimientos ciudadanos como el Movimiento por la Paz y #Yosoy132 que han señalado que a pesar de existir condiciones favorables para el país, los problemas como la violencia y la falta de transparencia no permiten eliminar brechas que mejoren las condiciones sociales de los mexicanos.
“La participación ciudadana es el impulso de los cambios urgentes. Estos movimientos están mostrando los síntomas de que la institución no está respondiendo a problemáticas de impartición de justicia y de justicia social”, apunta Eduardo Almeida, portavoz de la ONG Nodho de Derechos Humanos.